Brasil y Argentina “ya han acabado” con el Mercosur, privilegiando sus intereses internos, en detrimento de los socios más pequeños, como Paraguay, que es el único que ha cumplido “a rajatabla” todo lo acordado, aseveró el titular de la CAP, Carlos Jorge Biedermann. Criticó lo propuesto por el presidente del Congreso del Brasil, de eliminar el bloque regional.

El presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, propuso recientemente a su Gobierno “dar por terminado” el Mercosur para permitirle al país negociar libremente otros acuerdos comerciales. Sin embargo, tras un encuentro con representantes del Poder Ejecutivo de ese país se echó atrás, pero manteniendo la idea de que Brasil pueda expandir la posibilidad de firmar acuerdos bilaterales y multilaterales.

Al respecto, Carlos Jorge Biedermann manifestó que, en realidad, el Mercosur está acabado, nunca fue respetado por los países de mayor envergadura (Brasil y Argentina), que priorizaron lo político a lo económico y a lo legal, además se lo ha ideologizado según la conveniencia de algunos.

“Mercosur ha sido, desde sus inicios, una muralla para el Paraguay, aun cuando nuestro país ha sido el único en cumplir a rajatabla todos los acuerdos; pero los socios más grandes no nos han dado la oportunidad de llegar a sus mercados, ya que nos han impuesto todo tipo de trabas o barreras extraarancelarias”, criticó.

Añadió que es el “momento exacto” para que los integrantes del bloque se sienten en torno a una mesa, que no esté desbalanceada en perjuicio de los más chicos, para ver si se justifica un acuerdo como el Mercosur actual.

“Es cierto que estamos en un mundo de bloques, donde uno negocia con otro similar, pero lo que no se puede seguir admitiendo es que algunos integrantes de un bloque se aprovechen de los más pequeños, vulnerando sus derechos o irrespetando su soberanía cuando les convenga”, aseveró.

Añadió que el mundo no se limita, ni debe limitarse, a las negociaciones o acuerdos internos de bloques, porque el mundo es relacional y cada país debe buscar la flexibilidad estratégica que más le convenga, en beneficio de su gente: afuera, adentro o por el costado, especialmente cuando uno es mediterráneo. “Debemos analizar y pensar qué es lo que más nos conviene. No hace falta que el presidente del Congreso del Brasil sea el que nos indique el camino”, afirmó.

Fuente: abc