Para el combate a la pobreza, el sector forestal tiene mucho que brindar”, califica convencido el licenciado Juan Carlos Altieri, presidente de la Federación Paraguaya de Madereros (Fepama), al brindar un panorama alentador para 2016 en el segmento de la reforestación, con polos de desarrollo interesantes en el país y buenas perspectivas para aprovechar la biomasa.
Como botón de muestra, el directivo menciona que en Caazapá y Caaguazú, el 70% de la mano de obra ocupada está en el ámbito forestal. El primer departamento citado alberga a unas 30.000 hectáreas reforestadas y cada vez hay mayores inversiones; mientras que en el segundo hay 66 aserraderos reactivados en los últimos tiempos y trabajando a pleno. A eso se le suma que en Coronel Oviedo activan 10 laminadoras que trabajan con eucalipto (madera de reforestación), que anteriormente acusaban déficit en producción.
El alcance internacional de este rubro habla de que un 90% de la producción para exportar se asienta en la madera de reforestación; mientras que también la curva de crecimiento en torno a las divisas ingresadas habla de una recuperación interesante, con buenas perspectivas gracias a la apertura del mercado argentino (sobre todo), como consecuencia del cambio de gobierno.
“Anteriormente, se manejaba una cifra en divisas de USD 100 millones anuales por envíos de productos derivados del sector a todo el mundo; pero como Brasil y Argentina son los principales mercados, y desde la mitad de la administración de la presidenta argentina Cristina Kirchner se impusieron trabas, esa cifra cayó a USD 67 millones por exportación”, explicó.
TRABAJO. Para captar la importancia en mano de obra dentro de la reforestación, Altieri explica que por cada 100 hectáreas se calcula el trabajo de 10 personas, más 4 o 5 personales si se agrega el componente industrial, ya sea para transporte, transformación a madera aserrada, o si llegara a ser una pieza o un mueble. Si bien no se manejan cifras a nivel país de cuánto empleo lleva el sector, porque en algunas zonas aún se manejan datos informales, el directivo apunta que paulatinamente hay un abordaje empresarial, con lo que en algún tiempo se podrá contar con ese dato.
Con respecto a proyectos de inversión en el área, dice que se piensa incluso en una fábrica de pasta (para procesar papel), que podría estar ubicada en San Pedro; pero que depende mucho también de los productos financieros existentes, que si bien son muy convenientes existe una burocracia detrás que tiende a desanimar a los inversores.
Fuente: UH