La Hidrovía Paraná-Paraguay es uno de los mayores sistemas navegables y se ha constituido en el mayor factor de cohesión histórica, humana y económica de los países sudamericanos que la conforman.
Actualmente Paraguay tiene la mayor flota de la hidrovía, barcaza con capacidad para 512 contenedores de 20 pies y 80 conexiones, la más grande que se conoce dentro del área, y un poderoso remolcador-empujador. Estas unidades fueron adquiridas en el año 2013 convirtiéndose de esta manera en la flota mercante más grande de la hidrovía.
Ambas unidades fueron adquiridas en Malasia en el marco de un programa de inversiones de US$ 16 millones. De esta forma Paraguay cuenta actualmente con la 3ª flota fluvial a nivel mundial después de EEUU y China con 2.200 barcazas y 200 remolcadores e incluye además barcazas para el transporte de líquidos, hidrocarburos y gases.
PROBLEMAS EN EL
CORREDOR
El acuerdo de la Hidrovía Paraguay-Paraná, firmado por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, reafirma el principio de la libre navegación por los ríos de la Cuenca del Plata y contempla el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad de los ríos Paraguay y Paraná desde Puerto Cáceres, en el Pantanal brasileño, hasta Nueva Palmira, en Uruguay.
Sin embargo las embarcaciones bajo bandera paraguaya sufren cantidad de trabas al llegar a puertos argentinos, violando el tratado de libre navegabilidad.
El Gobierno nacional tiempo atrás hizo una denuncia ante el Parlasur por el incumplimiento del Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná.
Alfonso González Núñez hizo referencia a un sinnúmero de barreras unilaterales que el gobierno de Cristina de Kirchner impone en su dilatado tramo territorial a los buques, barcazas y convoyes con emblemas de los consocios que navegan por la hidrovía.
OPTIMIZAR EL TRÁNSITO FLUVIAL
El objetivo principal de la Hidrovía es favorecer las comunicaciones fluviales optimizando la navegación diurna y nocturna de barcazas y remolcadores durante la mayor parte del año.
En el caso particular de Bolivia y Paraguay, esta hidrovía significa una importante oportunidad para mejorar su acceso a los puertos de ultramar tanto en el delta del Paraná con la potencialidad de Diamante como terminal más septentrional; hasta los puertos de la Costa Atlántica, como los puertos de Buenos Aires o Montevideo.
La hidrovía debe asegurar el uso completo de las flotas y de los puertos, según las condiciones de navegación. También ha de contribuir como un factor de desarrollo e integración para los países de la Cuenca del Plata.
Se debe garantizar la navegación diurna y nocturna de convoyes -formados por barcazas y un remolcador de empuje- durante todo el año, de modo de permitir el transporte de los productos de la región en importantes volúmenes de carga, a través de grandes distancias y con el menor costo posible
Fuente: El Agro