La oferta de compra de Monsanto por la alemana Bayer, por 62.000 millones de dólares en efectivo, es parte de un proceso de consolidación empresarial en la oferta de semillas y fitosanitarios que parece no tener fin; se viene un severo ajuste local
Desde que el grupo alemán Bayer tocó la puerta de Monsanto para dejarle un sobre con una oferta de compra de 62.000 millones de dólares, el agro mundial registró un sismo. De concretarse la operación estaría pariendo el mayor conglomerado de agroquímicos y semillas del mundo con una facturación superior a los 26.000 millones de dólares. El proceso de concentración de empresas parece no tener fin. Si en los años ochenta y noventa el espectáculo consistía en que los grandes compraban a los chicos, ahora la cuestión se vuelve más inquietante: los gigantes multinacionales ya casi no les queda bocado chico por probar y sólo compran a otros gigantes.
Así, Bayer, la número 2 de agroquímicos del mundo, intenta comprar a la empresa líder en semillas, Monsanto. A ese se suma la compra de Syngenta por ChemChina, por US$ 43.000 millones, y nada menos que la fusión como iguales de Dow y Dupont. Y está Basf, la química número 1, con apetito de sobra por engullirse algo grande o a todo el resto, quién sabe. Esta nueva ola de macro fusiones y compras genera a nivel local realineamientos en los canales de venta y distribución y muchos interrogantes en los productores sobre su futuro poder de negociación en la compra de insumos.
Fuente: La Nación