Los pronósticos de una cosecha récord de maíz de invierno en Brasil, fundamental para garantizar excedentes de exportación y para aliviar los altos precios del cereal para la cadena de producción de carnes, resultaron optimistas en función del final anticipado de la temporada de lluvias tras el debilitamiento de El Niño. La previsión de falta de precipitaciones durante el presente mes podría afectar los cultivos y acentuar la necesidad de importar maíz desde países vecinos.
Según los especialistas, serían necesarias lluvias abundantes durante abril para el maíz sembrado en forma tardía en una porción de tierras que representa casi la mitad del área agrícola de Brasil, después del atraso de la campaña sojera en varias regiones. «Pero el problema es que no se producen precipitaciones en los volúmenes requeridos», advierten los expertos, que ya consideran un menor potencial productivo.
Andre Pessoa, director de la firma Agroconsult, dijo que las previsiones en torno del maíz «ya están siendo revisadas a la baja». Y agregó que los rindes serán más débiles que en los últimos años. Sin tomar en cuenta la falta de lluvias prevista para abril, el jueves la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil, estimó una cosecha de invierno récord, de 57,1 millones de toneladas, frente a los 55,3 millones de 2015.
Sin embrago, la industria brasileña de aves y cerdos debió firmar acuerdos de importación por 500.000 toneladas de maíz de la Argentina y de Paraguay para los próximos meses, luego de que las exportaciones del cereal alcanzaron un récord de 35 millones de toneladas entre julio y marzo. Según la previsión de Agroconsult, las compras en la Argentina «sumarían 700.000 toneladas, el volumen más importante desde 2000».
Fuente: La Nacion