En un contexto de movimientos disímiles en las diferentes plazas, la hacienda argentina volvió a alejarse del valor promedio de sus socios. Quedó un 16% más cara, lo que suma dificultades a la exportación de carne.
Durante los últimos diez días, la cotización del novillo registró movimientos disímiles en los distintos países de la región.
En la Argentina los frigoríficos exportadores volvieron a levantar el precio ofrecido por el novillo pesado con trazabilidad. El promedio ponderado calculado por Valor Carne aumentó $0,40, llegando a $53,80, considerando diversas razas, zonas y plazos de pago.
Como en el mismo lapso el tipo de cambio aumentó 0,6% (en 20 días lleva un 2% acumulado, luego de la caída producida en las primeras quincenas de julio y agosto), el precio en dólares aumentó poco más de medio centavo (0,1%), alcanzando los USD3,58 por kilo.
La dificultad en el abastecimiento de esta categoría, que explica la continua suba de los últimos meses, está reflejada por una pequeña nueva caída en el plazo medio de operaciones cerradas, que hoy representa tres días de faena, un período muy exiguo para la realización del trabajo habitual.
Por su parte, Paraguay dejó de ser el mercado que menor precio paga en la región, lugar que ocupaba desde mayo, al registrar un aumento de 8 centavos de dólar (casi 3%). La falta de oferta, debido a la continuidad de la campaña antiaftosa y al muy mal clima en estos días, forzó a la industria a mejorar sus ofrecimientos.
En Brasil, en cambio, hubo variaciones muy leves a la baja. El valor del novillo terminado registró una merma de 0,4% en reales, que junto a una mínima devaluación del 0,2% (el dólar pasó de 3,23 reales a 3,24), redundó en una caída de casi USD0,02 por kilo. De este modo, el novillo terminó en USD3,06, convirtiéndose en el más barato del Mercosur ganadero.
Cabe destacar que esta modificación se da luego de que en agosto se produjera la caída mensual más importante en este año, con más de 3%. A pesar de la baja oferta, según el análisis de CEPEA, la demanda fue muy flaca a causa del cierre de numerosas plantas durante varios días y la baja presión compradora debido al descenso de los precios de la carne en el mercado interno.
Finalmente, en Uruguay se observó el segundo período consecutivo de diez días con reducción en las cotizaciones. La mayor oferta y los plazos más largos en que se pactan las operaciones siguieron permitiendo a los frigoríficos marcar deducciones en el precio.
En la semana terminada el 2 de septiembre, la faena ascendió a 42.750 cabezas, 20% arriba de la precedente y 3% abajo del promedio de diez semanas. Éste mostró un aumento del 11% interanual.
Mirada regional
Como se aprecia claramente en el gráfico, los precios de los vecinos de la Argentina se alinearon en una distancia no mayor al 3% entre el mayor y el menor. Esto ya había sucedido aisladamente a principios de mayo pero en los últimos 15 meses la brecha fue sostenidamente mayor al 10%.
Consecuentemente, la Argentina volvió a alejarse del precio de sus socios otro escalón, quedando ahora en +16% con respecto al precio promedio ponderado de esos tres, lo que suma dificultades a sus posibilidades de exportar carnes.
Fuente: Valor Carne