Durante la entrevista con Valor Agro en la Feria SIAL en China, Alison Navarro, gerente de exportaciones de Marfrig para el Mercosur, también se refirió al impacto de la guerra arancelaria en el comercio global y las oportunidades que esta situación está generando para la región.
Según el ejecutivo, el conflicto comercial entre potencias ha creado espacios de acceso preferencial para los países sudamericanos con productos de alta calidad.
“Abre una oportunidad principalmente para Uruguay y también para Argentina, que tienen productos que son de alto valor, a donde esta mercadería que importa China debe tener un marmoleo y una calidad buena”, afirmó.
Destacó que los compradores chinos están priorizando carnes con mayor nivel de marmoleo y estándares superiores de calidad, lo que favorece a los exportadores que pueden ofrecer cortes diferenciados y premium.
“Entonces, son productos de alto valor que ya están generando una oportunidad para estos países”, subrayó.
Por otro lado, destacó la creciente relevancia del mercado chino para las exportaciones brasileñas de carne, y cómo su evolución ha influido en la dinámica de precios, la demanda y el perfil de los compradores.
Mencionó que China es actualmente uno de los mercados más importantes para Brasil, representando cerca del 50% de todas las importaciones cárnicas del gigante asiático.
“Es un mercado que se está desarrollando mejor y mejor cada año que pasa”, resaltó.
Además, remarcó que los clientes chinos se han vuelto cada vez más exigentes y diversificados en cuanto a las proteínas que demandan, carne vacuna, pollo y cerdo.
“Marfrig hoy es una compañía única que tiene las tres proteínas. Entonces, tenemos clientes de todo tipo, procesadores, distribuidores, clientes finales de food service… un paquete de clientes que compra todo, y creo que el mercado de China va a seguir siendo uno de los más importantes para Brasil”, aseguró.
Comparando con años anteriores, como 2019, explicó que el perfil del comprador chino ha cambiado.
“Tenían clientes interesados que querían comprar proteína porque escucharon que era un buen negocio y hoy esto ya no pasa. Ahora tenemos clientes que ya están en el negocio y saben cómo funciona el negocio de la carne”.
También enfatizó que, a diferencia de hace cinco años, hoy el mercado exige productos con mayor valor agregado.
“Hablamos mucho del producto que está produciendo Uruguay y también del que Brasil está haciendo en nuestros confinamientos. Este tipo de reunión no existía hace cinco años, y hoy es algo regular. Estamos creando un portafolio gigante para un mercado que cada vez más demanda productos de alto valor”, apuntó.