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Evolución de los alambrados rurales en Paraguay

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Evolución de los alambrados rurales en Paraguay

Rubén Rondelli | Lic. en Administración de Empresas

El uso del alambrado en el Paraguay tiene aproximadamente 150 años. Siempre fue un producto que se trabajó de la misma manera; con los mismos componentes y una misma técnica.

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La composición de un alambrado es, el producto siderúrgico que es el alambre, el torniquete o catraca y el resto todo es originario de bosque nativo; como ser postes de Quebracho, Palo Santo, Urundey, etc. A esto se suma la problemática de los bosques nativos que van desapareciendo; generando escasez y encarecimiento del material.

Por estas razones, desde ya hace varios años, a nivel mundial se comenzaron a buscar alternativas “eco friendly” para todos los sectores de producción del país. Productos sustitutos que cumplan la misma función sin dañar al medio ambiente, sin ser un riesgo para las personas, y de menor repercusión para la contaminación del ambiente o el deterioro de la naturaleza. Así llegaron los productos sustitutos como el plástico, cemento o acero, este último liderando a nivel mundial.

Países más desarrollados como ser Australia, Nueva Zelanda y EEUU utilizan mucho los sistemas compuestos 100% por acero; debido a su baja contaminación y principalmente por su alta duración. Y el sistema de alambrados de acero cambia todo el sistema de transporte y montaje de los mismos.

Además de ser una tendencia es también una innovación al ser más económico, de mayor resistencia al agua e incendios; y más ecológico, porque ya no se está usando elementos del medio ambiente, y es lo que lo hace diferente al alambrado convencional.

En cuanto a inundaciones, como los elementos son de una estructura diferente, en el cual los elementos no van a estar retenidos como los alambrados tradicionales, en el que el agua va contra los alambrados y los empujan y terminan haciendo caer el alambrado. En el caso de los sistemas metálicos no, ya que el agua atraviesa cada elemento y el sistema queda permanente.

En épocas de quemazones, dependiendo de la velocidad del viento y del kilo-caloría que está llevando ese fuego, a lo máximo deteriora levemente un alambre; pero el resto de los elementos va a continuar firme con el sistema.
Recordemos que si lo puesto fuera de madera, los postes y balancines se pudrirían rápidamente ante el agua, o se quemarían y eso generaría también más combustión y terminaría cayendo todo el sistema de alambrado.

A todo esto, es importante evaluar el costo y beneficios de cada sistema al hablar de montaje y transporte de sus elementos. Hay una diferencia de costo importante a favor del sistema metálico; y los beneficios son muy marcados considerando todo lo antes citado.

La diferencia en la economía del traslado es principalmente debido a que los elementos metálicos son más livianos que los de madera, ahorran en cantidad de viajes por carga, para transportarlos a la zona de trabajo.

Otra variante importante es la cantidad de horas-hombre que se necesitan para montar un sistema metálico; los postes facón pueden llevar una separación de hasta 10mts entre cada uno, dependiendo del temperamento de los animales que deban contener. Tampoco necesitan poceado previo, lo que colabora a la estabilidad y su compactibilidad con el suelo, ya que son enterrados a presión. Los balancines metálicos son auto sostenibles, no necesitan trinca, ni es necesario desmontar los hilos del alambrado para reemplazarlos o reubicarlos.

Independientemente a todos estos puntos, la extracción de madera de los campos particulares para su uso en un alambrado, es cada vez menos factible; ya sea por el precio y/o escasez de mano de obra o por las nuevas leyes de protección del ambiente que van surgiendo.

El trabajo de campo va evolucionando y los sistemas y métodos que se aplican para cada tarea también deben evolucionar.