Con venta a 50 países en vinos finos (lo que constituye unos 3 millones de litros al año) y con ingreso por envíos puntuales a nuestro país de botellas de alta gama que les resultan USD 100.000 dólares anuales, la vitivinicultura uruguaya quiere expandir su colocación de etiquetas en nuestro mercado, según coincidieron Federico Perazza, embajador uruguayo en Paraguay, y Ricardo Cabrera, reconocido enólogo charrúa.

Nueve bodegas de ese país expusieron sus productos y tienen intención de afincarse en Paraguay, para que se conozca la vertiente de vinos finos. Los referentes manifestaron que el territorio paraguayo resulta muy interesante para las empresas que elaboran la bebida y que Uruguay tiene en total unas 250 bodegas, con 7.000 hectáreas de viñedos. La producción beneficia a unas casi 35.000 personas, entre productores, vendedores, enólogos, ingenieros, etc.

El enólogo es encargado del área técnica del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) y comentó que es una entidad que regula la actividad de profesionales vinculados al sector, además de asegurar las certificaciones y la genuinidad de la bebida.

Las marcas que ya se pueden encontrar en las góndolas locales son Garzon, Pisano y una marca producto de un joint venture entre bodega Marichal y JPO Wines.

Para el embajador, resulta interesante la expansión porque el ingreso al mercado paraguayo se cobra arancel cero, al ser parte del Mercosur.

Enoturismo. Para Cabrera, por su parte, es también fundamental el crecimiento que hubo en torno al sector con respecto al enoturismo, puesto que tres bodegas habían comenzado con actividades puntuales a los establecimientos por parte de turistas, y ahora 25 bodegas uruguayas forman un complejo llamado Las Rutas del Vino.

Con respecto a las zonas más productivas de la uva, dijo que Canelones y gran parte de Montevideo, pero también Salto, Paysandú y Ribera, son extensiones ideales para el cultivo.

Fuente: Última Hora