El mercado de la soja continúa atrapado entre las expectativas de mayores rendimientos -y en consecuencia más producción en Estados Unidos-, versus el actual excelente ritmo de exportaciones y embarques.
Con la cosecha a punto de culminar, los consumos están ofreciendo mejores bases para originar mercadería, y de ese modo completar el circuito de abastecimiento de las necesidades de molienda y exportaciones inmediatas. Ofreciendo en diferentes puntos del Midwest entre 5 -10 centavos más que la semana anterior. Esta mejora en los precios del cash esta ayudando, en parte, a sostener a los precios futuros.
Los futuros se encuentran con dinero entrando al sistema, y nuevamente los técnicos se cruzan con medias móviles y despiertan ordenes dormidas. Mismo comportamiento vimos días atrás con el trigo, cuando de repente notaron que el viernes pasado existía una posición de fondos especulativos muy corta (vendida).
La semana se inició con un rally de trigo difícil de explicar en términos fundamentales. Si bien las condiciones de trigo de invierno de esta semana en USA fueron peores de lo que se esperaba, y los cultivos del Mar Negro continúan padeciendo la falta de agua. El trigo en el mundo, por el momento, no tiene problemas de abastecimiento, sino mas bien todo lo contrario. El trigo es muy sensible al acomodo de spreads con maíz y soja, y sobretodo al dólar.
Nos encontramos con una secuencia técnica rebotando entre rangos de precios muy estrechos para todos los productos desde hace meses. Los próximos cambios vendrán por el comportamiento de la demanda y el clima en Sudamérica, que por el momento no indica contratiempos. De todos modos no descontemos que eventos geopolíticos y macroeconómicos invadan estos mercados y hagan con ellos lo que quieran. De lo que si estamos seguros es de que en el mismo lugar no nos vamos a quedar y para lo que suceda hay que estar preparado.
Fuente: Agroeducación.