La producción de canola viene ganando mucha fuerza en el campo y pasó a ser uno de los rubros más importantes en el sector productivo del país en los últimos años, su cultivo se desarrolla de manera independiente a otras oleaginosas y actualmente se encuentra en constante crecimiento.

La empresa del rubro agrícola Kimex, del Grupo Kress, está trabajando con el grano desde hace unos cuatro años. Actualmente, la compañía cuenta con un total de 1.800 hectáreas, de las cuales 900 hectáreas son de siembra convencional, y otras 900 son de la variedad orgánica.

A nivel productivo, el rubro se considera seguro para el productor paraguayo, ya que el cultivo se adapta al factor climático y se pueden lograr buenas cosechas. En el caso de Kimex, la empresa exporta su producción orgánica de Kressburgo a Estados Unidos, mientras que la convencional se comercializa mayormente a nivel local.

De acuerdo a unos datos que difundió la empresa, el rendimiento promedio de las plantaciones es de 1.500 kilogramos por hectárea y las expectativas para la presente campaña es de 1.800 kilogramos por hectárea.

No obstante, en esta temporada de invierno, las canolas están en la etapa inicial de desarrollo y se espera que la cosecha se concrete para inicios del mes de octubre.

El cuidado de la canola. Para lograr una buena cosecha, el cuidado de esta planta es fundamental, “los principales cuidados son en la siembra, ya que, al tener una semilla pequeña, hay que tener un cuidado especial en la profundidad”, explicó Deivis Diedrich, gerente de Agricultura de Kimex.

“No es recomendable sobrepasar los 2 cm de profundidad, pues dificulta el brote y esto puede influir directamente en el rinde y uniformidad para cosecha”, agregó.

El profesional también indicó que otro cuidado específico es el trato con los fitosanitarios y que la principal plaga es la Plutella, que es una plaga defoliadora. Hay también enfermedades como Alternaria, Phoma y Sclerotinia.

“En el cultivo de canola orgánica, estas enfermedades las podemos prevenir con aplicaciones foliares de insumos biológicos, que no agreden al medio ambiente, pues son de origen natural, como hongos y bacterias. De igual manera, podemos utilizar estos insumos en la producción de canola convencional y así disminuir el impacto ambiental y tener una producción limpia y regenerativa”, destacó.