La producción agropecuaria en el Chaco paraguayo muestra grandes índices de desarrollo a pesar del gran desafío que se presenta en esta zona del país: la aridez del suelo y la falta de agua.
La producción de soja en la región occidental, según los referentes del sector, ha sido experimental por la creciente dificultad que presenta en cuanto a producción y productividad.
Las semillas de soja convencional (no transgénica) tolerantes al calor y estrés hídrico proporcionadas por la unidad ARS Stoneville del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y de la Universidad de Missouri fueron sembradas ayer miércoles en la parcela experimental de la Cooperativa Chortitzer, en el Chaco Central.
Este trabajo de investigación se celebra dentro de la alianza estratégica entre la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y el organismo del gobierno estadounidense que dispuso de su banco de germoplasma para alimentar el proyecto.
María Luisa Ramírez, técnica de la Asesoría Agrícola de la Capeco y Jenny Dueck, de la Cooperativa Chortitzer, ejecutaron el trabajo de campo acorde al protocolo elaborado para esta labor específica.
La profesional que compone la Asesoría Agrícola de la Capeco recordó que el paquete de materiales genéticos incluye 16 variedades (entre comerciales y líneas avanzadas) para los ensayos de rendimiento, que seguirán la metodología de un estudio científico con su correspondiente diseño experimental y rigurosidad en la toma de datos.
A su vez, el programa de investigación contará con 302 variedades y líneas avanzadas para los estudios de observación, que son exploratorios, de reconocimiento, de modo a identificar ciertos rasgos deseables de algunas variedades como tolerancia a la salinidad, comportamiento frente a patógenos, entre otros, para posteriormente a través del fitomejoramiento obtener variedades con las características deseadas.
En los ensayos de observación se introducirán además cuatro variedades comerciales utilizadas en el Chaco actualmente, totalizando así un estudio con 20 materiales. En contrapartida, en el ensayo de observación se estudiará el comportamiento de 302 variedades provenientes del USDA más 38 utilizadas en la región, contabilizándose 340 materiales a observar.
La tarea de siembra se postergó por varias semanas a causa de la falta de condiciones de humedad en el suelo, no obstante, el cultivo aún se encuentra dentro de la ventana de siembra recomendada para esa región del país.
A partir de la conclusión de la siembra en terreno de Chortitzer, se procederá a la instalación de las parcelas de ensayos en áreas de la Cooperativa Fernheim, otro aliado fundamental en este objetivo de promover materiales tolerantes a altas temperaturas y estrés hídrico, que facilitarían el cultivo de la soja y otros granos en rotación en el difícil terreno chaqueño.
BENEFICIOS
En el Chaco Central la meta es desarrollar una producción granelera eficiente para generar proteína vegetal suficiente de modo a utilizarla en la producción de leche y carne bovina, rubros de alta preponderancia en la Región Occidental y de alto impacto en las mesas de los consumidores.
La fuerte producción ganadera de la región Occidental puede verse altamente beneficiada con la producción de soja, ya que dispondría de la mejor proteína vegetal para su conversión en alimento animal, cuyo valor es mucho mayor en el mercado.
El trabajo a realizarse es a largo plazo, todavía se encuentran analizando las posibilidades genéticas de tener las variedades ideales para el suelo chaqueño, además es importante contar con una buena logística para esa zona del país.
Fuente: 5 dias