Los futuros de los principales commodities agrícolas experimentaron fuertes subas de la mano de la preocupación creciente de que las condiciones climáticas que están padeciendo los cultivos en Estados Unidos recorten en forma significativa la estimada oferta de granos y oleaginosas de la próxima campaña. Esta situación va generando reacciones positivas en el sector productivo paraguayo.
Los futuros de los principales commodities agrícolas experimentaron fuertes subas de la mano de la preocupación creciente de que las condiciones climáticas que están padeciendo los cultivos en Estados Unidos recorten en forma significativa la estimada oferta de granos y oleaginosas de la próxima campaña. Esta situación va generando reacciones positivas en el sector productivo paraguayo, esperando que los valores mejoren y presionen a la alza; actualmente la oleaginosa trepó a los US$ 371 por cada tonelada.
A las malas condiciones climáticas registradas en los últimos, nuevos pronósticos de más precipitaciones en el medio oeste norteamericano -que ya está pasado por agua-, presionaron al alza las cotizaciones de la oleaginosa, así como del maíz y el trigo, que saltaron 2,7%, según publica el Cronista de Argentina.
Esto es de suma importancia para la economía nacional, ya que Paraguay es un país agroexportador y el cambio hacia la baja del precio de los productos que son producidos afecta, por ejemplo, a la cantidad de divisas que pueden llegar a ingresar, como también al nivel de cosecha.
PROBLEMAS EN EL CAMPO
Aun así, la baja de precios en los principales commodities agrícolas causa incertidumbre en el campo -con la presión a la baja de los precios de la soja en Paraguay.
Este descenso es resultado de la megacosecha que se dio en Estados Unidos, a raíz de esta situación los precios en este mercado se vuelven volátiles. Analistas indican que ésta es una situación coyuntural, los precios de los principales commodities volverán a tomar fuerza con el correr del tiempo.
“El impacto de la suba de los precios de los commodities será positivo, no debemos olvidar que en la campaña agrícola no hubo una gran producción comparada con la anterior, se sembró menos de lo que se cultivó hace un año, todavía hay productores que necesitan de un precio superior para poder mejorar las inversiones que está realizando, no es sólo cubrir cultivos; la economía tiene que sentirse satisfecha y más segura al saber que los precios de la soja están en condiciones en cuanto a los valores que venía teniendo”, explicó el economista Cristian Borja.
En el país, el sector sojero en los últimos años ha demostrado una gran dinámica y eficiencia empresarial, traducida en inversiones en silos y maquinarias, así como el uso de variedades de alto potencial genético, de la mano de multinacionales que operan en el país. Por ello, la reducción de los precios en el mercado de Chicago inciden de manera directa.
“Más allá del beneficio puntual que van a tener aquellos intermediarios y vendedores de la soja para el país que va a recibir más remesas producto de las exportaciones, es importante para la sensación térmica que es la que motiva si se invierte o no en un sector como en el agro; va a ser muy bueno con la mejora de los precios, tomando en cuenta que la situación en otros productos no es igual y dentro de este problema se destaca también la grave situación del arroz que no atraviesa por su mejor momento”, indicó Borja.
La importancia de la soja en el país no sólo debe medirse por el nivel de sus exportaciones, el resultado en la balanza comercial y en la entrada de divisas hoy el país es la sexta potencia mundial en producción, cuarto en exportación, además de estar situados entre los 15 megapaíses líderes en biotecnología.
“Como principal punto negativo se registró un ingreso inferior de dólares al sistema, también se postergó la salida de los granos, simplemente no se realizaba la venta esperando que los precios mejoren, varios créditos se tuvieron que refinanciar”, finalizó el profesional.
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