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Producción de terneros pese a las dificultades

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Producción de terneros pese a las dificultades

Fabián Bao | Director de Bull Center

¡La producción no para! Al menos no debería de parar, pese a la llegada de ciclos desafiantes como son los de la seca, a veces potenciados por el fuego. En las propiedades deberíamos de tener suficiente respaldo forrajero para no dejar de producir, ya que además de todo el impacto negativo de los ciclos de falta de lluvias e inundaciones, dejar de producir o perder eficiencia en los índices zootécnicos reproductivos agudiza aún más el mal escenario productivo.

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En las secas, la cantidad y calidad de los pastos disminuye la digestibilidad disponible de nutrientes de las categorías en la cual nos enfocamos en este momento. Las vacas y vaquillas en reproducción tienen exigencias enormes. La primera, además de estar preñada, aún posee un ternero al cual debe de proveer la cantidad justa de leche para su crecimiento y continuar el desarrollo de su gestación, para que pudiera nacer un ternero sano y viable. Las vaquillas, aún están en pleno desarrollo de crecimiento y también gestando su primer ternero, y al igual que en las vacas, este ternero posee los mismos requisitos.

Estudios demuestran que las gestaciones de terneros con restricción de alimentos nacen perjudicados en salud, desarrollo y precocidad; este puede ser un daño que pasa desapercibido, pero los datos de los estudios son contundentes. Terneros de gestaciones con estrés nutricional sufren más fácilmente de enfermedades debido a su debilidad inmunológica, como también llegan a la precocidad sexual tardíamente, algunos incluso terminan muriendo por la debilidad.

Correcta planificación y su ejecución son fundamentales en cualquier emprendimiento, la ganadería no escapa a esta regla. La falta de estrategia para enfrentar el periodo de seca e inundaciones, puede tener consecuencias como la venta de categorías no planificadas y a un precio de mercado que puede tener una mala remuneración (Moretti, 2017)

La elección de herramientas como pastos de reserva, actividad agrícola para heno, fardos, silo, balanceados, y otros, para enfrentar periodos de escases de alimento será un decisión particular, técnica y económica propia de cada administración y adecuada a la propiedad. No existe una receta para todos, cada uno tiene la mejor opción, adecuada a disponibilidad de maquinarias e infraestructuras.

La reproducción es una actividad de lujo para los bovinos, ya que primero la vaca protege la vida de su ternero, luego la sobrevivencia, el crecimiento y finalmente reproducirse.

Una situación a veces tradicional, pero infundada técnicamente, es que las vacas ocupan los peores pastos en una estancia de ciclo completo. El plantel de vientres debe de mantener su condición corporal todo el año, parir en buenas condiciones para volver a la re concepción lo antes posible. Otro manejo que perjudica el bolsillo del productor de cría es que el plantel “ya recuperará peso, una vez que caigan las lluvias”, este perjuicio se da en varias formas y una de ellas es tener que suplementar una vez paridas. Otra que se suma a la anterior, es que muchas no consiguen volver a preñar, ahondando la situación.

En las propiedades que recibimos consultas en el 2020 al 2022 para programas de IATF, la mayoría no pudieron estar preparados para una crisis tan extensa e intensa como la que vivimos desde el 2021 y prolongada a hoy. Esto, tal vez, da la sugerencia de que las reservas forrajeras deben de ser suficientes para todo tipo de adversidad, para evitar un golpe menor ya que las secas acompañadas de fuego traen necesariamente inversión de infraestructura (alambrados, corrales, pasturas) para evitar que las preñeces sean afectadas, puedan catapultar la situación, y ser el motor del nuevo reinicio al cual está acostumbrado el ganadero paraguayo.