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Balmelli: “El futuro de la vacunación es una decisión a tomar en consenso y los ganaderos por ahora no queremos levantar”

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Balmelli: “El futuro de la vacunación es una decisión a tomar en consenso y los ganaderos por ahora no queremos levantar”

El presidente de la Comisión de Carne de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Mario Balmelli, habló en Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM sobre el futuro de la vacunación en el país, quien destacó la importancia de tomar una decisión en “consenso” los productores, según lo mencionado por el Presidente del Senacsa. También indicó que “no hay fundamentos comerciales claros” para determinar un cambio de estatus, y dijo que el país debe “compararse con Uruguay” por sus características y el peso de la pecuaria en la economía.

¿Cuál es su posición respecto al futuro de la vacunación contra la fiebre aftosa en Paraguay?

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Es un tema que indudablemente causa mucha preocupación en todo el sector productivo. Me gustaría empezar aclarando que no pude participar en la reunión del Senacsa, pero me informaron que el Dr. José Carlos Martin, presidente del Senacsa, afirmó que cualquier decisión de levantar la vacunación debe tomarse en consenso con el sector productivo. Por lo expuesto asumo que esta medida no podrá ser unilateral por parte del Poder Ejecutivo o Senacsa. Es crucial partir de esta premisa, ya que se ha hablado mucho, pero lo dicho por el presidente de Senacsa, a quien considero uno de los presidentes más destacados, debe tomarse al pie de la letra: la vacunación será levantada solo y exclusivamente en consenso con el sector productivo.

Se marcó una nueva reunión para finales de junio, el Presidente del Senacsa dijo que hay seis meses por delante para trabajar en una decisión, y agregó que buscarán tener visiones regionales…

Considero muy importante tener como referentes de a otros países. Precisamente, leí un artículo donde el gobierno uruguayo luego de la última asamblea de la OMSA, declaró oficialmente su decisión de continuar la vacunación, argumentando la falta de fundamentos suficientes para levantarla y el alto riesgo que se podría asumir. La posición de la Comisión de Carne de la ARP es que este tema debe debatirse en varios frentes en el futuro. El técnico es, sin duda, uno de los más importantes. Al respecto, el presidente de la Asociación Rural del Paraguay, el Dr. Daniel Prieto, planteó la posibilidad de realizar un estudio de un plan quinquenal en todo caso. En el aspecto comercial, hemos visto que Uruguay, con el estatus de libre con vacunación, con lengua ha logrado acceder a mercados que prohíben ese producto si existiera algún riesgo. Esto demuestra que nuestro estatus actual nos permite exportar, los mercados mas exigente incluso con carne con hueso, como Israel, ofreciendo suficiente seguridad.

Sobre lo comercial, el Presidente de la CPC habló de presiones de Brasil y Chile para las ventas futuras, ¿maneja alguna información al respecto?

Escuché comentarios en la entrevista al Presidente de la Cámara Paraguaya de la Carne. Sin embargo, hasta ahora no he encontrado suficientes motivos comerciales, pues se habla exclusivamente de presunciones que podrían darse, lo cual incluso ponemos en duda. No vemos fundamentos comerciales para levantar la vacunación basándonos en suposiciones. Indudablemente, si Uruguay aún no ha tomado la decisión de cambiar su estatus, es porque tampoco encuentra un riesgo comercial. Por lo tanto, disentimos que el motivo comercial deba ser el que marque una hoja de ruta.

¿Cree que se está poniendo mal el foco a la hora de hacer la evaluación? En lugar de mirar tanto a Brasil, por su características, por su tamaño, por su capacidad exportadora, por el tipo de producto, por cómo tiene que trabajar en nichos o diferenciación del mercado; habría que hacer más foco en Uruguay…

Me gustaría empezar por recalcar la importancia del sector agropecuario en la economía paraguaya, especialmente el pecuario. La ganadería es uno de los pilares económicos de Paraguay. No podemos compararnos con Brasil; ellos consumen entre el 75% y 80% y exportan el 20% de su carne. Argentina tiene una perspectiva similar con algunas diferencias. El impacto y el riesgo que se puede asumir son mucho más altos en países como Uruguay y Paraguay, que tienen un porcentaje de exportación absolutamente inverso. Además, Brasil, como el mayor exportador de carne del mundo en volumen, no puede estar ausente del mercado global. En caso de cualquier situación, Dios no quiera, Paraguay y Brasil serán considerados de forma absolutamente diferente por el mercado y los organismos internacionales. Del mismo modo, escuché menciones a nuevos protocolos y el ejemplo de Alemania. Paraguay no puede compararse con Alemania; una región o una pequeña ciudad de Alemania no es comparable con un departamento como San Pedro. Las condiciones para aislar una región en Paraguay en caso de riesgo no son comparables con las de países desarrollados, que además tienen un poder político y económico considerable, porque esta es casi una enfermedad política en el marco de una recuperación de estatus. Estos son detalles cruciales que debemos considerar.

¿La búsqueda del cambio de estatus es una decisión que pretende entregar más oportunidades al bovino o a otras proteínas?

Lo he expresado anteriormente: desde la Comisión de Carne celebramos y felicitamos el ímpetu actual de la producción porcina. Pero, con el estatus actual, la producción porcina tiene, como lo ha dicho el propio Presidente de Senacsa, mucho más mercado de los que puede abastecer, ya que la limitación actual es la producción. Quiero recordar algunos números: en 2024, la carne bovina, menudencias y subproductos, exportaron casi 1.900 millones de dólares, mientras que la producción porcina fue de 33.5 millones de dólares. De enero a mayo de este año, ya hemos exportado alrededor de 900 millones de dólares en carne bovina, y la carne porcina 15.6 millones. Es decir, estamos hablando de diferencias extremadamente grandes: se exporta 57 veces más carne bovina que porcina. Por lo tanto, debemos apoyar, estimular y facilitar el crecimiento de la producción porcina, pero comercialmente, hoy por hoy, ni en un futuro mediato, no puede ser un factor determinante para esta decisión. Debemos ser claros, porque la producción bovina, repito, es un sostén muy importante para la economía en un mundo donde existe incertidumbre.

¿El país está preparado para un cambio de estatus para 2028?

Considero que la decisión no puede ser apresurada. Reitero, no existen suficientes fundamentos comerciales que nos impulsen a tomar el riesgo. Esa es mi posición. Esto no quita, como ha expresado la ARP, que se estudie un plan quinquenal a futuro. Pero hoy, ¿por qué deberíamos apresurarnos? No tiene sentido que asumamos ese riesgo. Insisto, esto no impide que en la mesa de trabajo se empiece a estudiar y analizar; seis meses para tomar estas decisiones me parece incluso un plazo corto.

¿Confía de alguna manera que en el 2027 se seguirá vacunando contra la fiebre aftosa?

Por todo lo expresado por los productores, se desea seguir vacunando contra la fiebre aftosa. Hace menos de ocho días, el Presidente de Senacsa expresó que esta decisión sólo podría tomarse en consenso con los productores. Esto me lleva a opinar que se seguirá vacunando incluso después de 2026, para tal vez analizar decisiones en ese sentido más adelante.

¿Cuánto ha favorecido la vacunación al país?

Lo único que puedo agregar es que la asociación público-privada, FUNDASSA, nos ha permitido llegar a este estatus libre con vacunación gracias a un importante trabajo. Algo que me parece muy relevante es que, cuando tuvimos el incidente sanitario en 2011, salimos de la crisis, por supuesto, pero hay un pequeño detalle que nadie mencionó: estábamos vendiendo el ganado a 4.22 USD al gancho y terminamos vendiendo a 2.92 USD al gancho después de varios meses de reapertura de mercados. Es decir, hubo una caída del 31% en el precio, una factura muy grande para el productor. Es más incluso a 2,67 en enero 2012. Fue una situación extremadamente crítica donde el ganado que estaba en las industrias tuvo que volver a las estancias, porque los mercados se cerraron o se renegociaron a precios muy bajos. Paraguay no solo debe analizar la ganadería en sí; somos un país mediterráneo. Si tenemos un accidente sanitario, habrá connotaciones con el tránsito de otros bienes con países colindantes. Tenemos una situación más delicada que Uruguay.

¿Qué opina sobre contar con un banco de vacunas?

No tengo conocimiento preciso sobre el banco de vacunas, aunque sé que Paraguay fue el primer país en solicitarlo. ¿Quién pagará? No me queda ninguna duda de que, como hasta ahora, lo terminará pagando el productor. Así funcionan las cosas; el sector primario suele asumir los costos. Insisto, Paraguay es un país mediterráneo y necesita exportar el 70% de su carne, por una cuestión de estabilidad macroeconómica que el gobierno menciona frecuentemente. Por lo tanto, no considero que el banco de vacunas deba ser un tema prioritario para conversar antes de una decisión, que por el momento no podrá tomarse pues no hay consenso con los productores.