El índice de precios de la carne de la FAO alcanzó un promedio de 119,6 puntos en septiembre, lo que supone un aumento de 0,4 puntos (0,4 %) en comparación con agosto y de 5,5 puntos (4,8 %) respecto al mismo período del año anterior.
Este incremento se debe, en gran medida, al alza de los precios de la carne de aves de corral, impulsada por una fuerte demanda de importaciones de este tipo de carne desde Brasil, tras la relajación de las restricciones comerciales relacionadas con la enfermedad de Newcastle.
En contraste, los precios internacionales de la carne de vacuno se mantuvieron estables, ya que los suministros limitados de los principales países productores lograron satisfacer la demanda mundial de importaciones.
Del mismo modo, los precios de la carne de cerdo no mostraron variaciones significativas, gracias a un abastecimiento adecuado que respondió al aumento de la demanda, en parte debido al incremento de las ventas internas en la Unión Europea.
Por otro lado, los precios internacionales de la carne de ovino registraron una ligera caída, motivada principalmente por la baja demanda de importaciones por parte de China, que persiste en el mercado global.