El negocio ganadero atraviesa un gran desafío en cuanto a la previsibilidad en los precios que dificulta la toma de decisiones e inversiones. Así lo señaló Christian Heisecke, director de Desarrollo del Sur y Ganadera Heisecke, durante una entrevista en Todo a la Parrilla en Alma.
“Esperamos poder tener una previsibilidad de los precios que permita poder comprar animales y poder engordar y tener algunos precios predefinidos que ayuden a una mayor inversión”, afirmó Heisecke, aunque reconoció que “lastimosamente eso no se da, pero creo que se va a ir dando”.
En ese sentido destacó el mercado de los granos que permite manejar posiciones a futuro y planificar con mayor seguridad.
“Yo creo que para la producción ganadera sería muy interesante. Se ha hablado bastante del tema y todo se reduce a la liquidez del mercado, que en el caso de la soja está garantizada porque el precio se cierra en Chicago, un mercado súper líquido”, manifestó.
“Estamos viendo una reducción constante del ganado, un aumento en el número de industrias, y no hace falta ser un astronauta para entender lo que está pasando”, expresó.
Respecto a la relación entre productor e industria, dijo que es algo que, a la larga, debe darse. “Creo que a corto plazo debería llegar ese entendimiento, que beneficiará a todos”, manifestó.
“Es un negocio que necesita previsibilidad, y eso va a contribuir a toda la cadena”, remarcó.
Frente a estos desafíos, Heisecke también apuntó a la integración de la ganadería con la agricultura, que permite aprovechar al máximo el recurso fundamental: la tierra.
“Somos terratenientes y nuestra misión como tal es producir ese campo lo máximo posible”, sostuvo.
En ese sentido, comentó que han migrado de un sistema de ciclo completo con confinamientos a un modelo donde se reduce la cría y se potencia la terminación, con campos también dedicados exclusivamente a la cría para alimentar el proceso.
Explicó también las ventajas de incorporar ganado en campos agrícolas, ya que la invernada sobre cultivos permite manejar el forraje en tiempos más cortos y establecer puentes verdes que garantizan pasto en las épocas críticas.
Por último, Heisecke destacó la necesidad de superar las barreras culturales entre agricultura y ganadería, que históricamente han funcionado como mundos paralelos.
“Podemos decir que la dificultad es por problemas culturales, porque el que se dedica a la ganadería no es agricultor y viceversa. Hay que buscar la sinergia y entender que lo más importante es la producción”.