El futuro de la vacunación contra la fiebre aftosa en Paraguay sigue en discusión, y hasta el momento se mantiene la posición de que la última vacunación del país se realice en 2026.
Mientras tanto, Brasil sigue avanzando en sus cambios de estatus en sus estados, Bolivia lo está haciendo en Santa Cruz de la Sierra, luego de lograr el reconocimiento de libre de aftosa sin vacunación en El Beni; Argentina tiene el tema sobre la mesa, y Uruguay mantiene su firmeza de seguir vacunando.
Recientemente se presentó en Paraguay el resultado del “Análisis de la competitividad de la ganadería cárnica paraguaya, evaluación de costos y beneficios para la adopción de una estrategia país libre de fiebre aftosa sin vacunación y la identificación de sus posibles efectos”.
El estudio al que accedió Valor Agro, que se hizo en convenio con el Senacsa, fue realizado por el INCAE Business School y financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El trabajo implica una encuesta a 162 productores dedicados a la cría, la invernada, la cría e invernada, ciclo completo y cabaña; ubicados en las dos regiones productivas de Paraguay.
Como conclusiones, se entiende que la ganadería de carne en Paraguay tiene un peso más importante versus los países de la región, incluyendo los que quieren tender la vacunación contra la fiebre aftosa (como Brasil).
De acuerdo al estudio y basados en datos del Banco Mundial, la ganadería, la agricultura y la silvicultura de Paraguay tiene un peso del 10,9% del total del PBI, siendo el segundo más alto después de Bolivia que llega al 12,5%.
Para Argentina representa el 6,6%, Brasil el 5,8%, Colombia el 8,9% y Uruguay el 6,9%.
Además, indica que la exportación de carne de Paraguay en relación a la producción fue del 78,9% en el promedio del 2017 al 2022, llegando a 2022 con un 92,5%.
Dentro de esa media, Uruguay exportó el 91,7% de la carne que produjo, Argentina el 24,6%, Brasil el 23,2% y Bolivia el 5,8%.
Como puntos altos, el informe elaborado por economistas demuestra que “no se encontró evidencia de diferencias estadísticamente significativas de mejoras en los precios de mercado entre países libres de fiebre aftosa con vacunación y libres de fiebre aftosa sin vacunación en América Latina”.
Al mismo tiempo, se señaló que un 71% de los productores no están a fin a abandonar el programa de vacunación contra la fiebre aftosa, pero de ese número un 14% podría estar dispuesto a dejar de vacunar si se reúnen ciertas características como: garantías y fronteras seguras, control y monitoreo, y profesionales capacitados.
Además, se confirmó que el 51% de los ganaderos “están decididos a buscar formas de continuar vacunando”, lo que “presenta un desafío crítico para Senacsa, ya que vacunar sin supervisión estaría prohibido”. De todos modos, “en general los ganaderos de Paraguay están satisfechos con la labor técnica” del servicio oficial.
Por otro lado, se concluyó que “mantener el esquema de vacunación parece tener el menor valor actualizado neto de los flujos de costo dado los riesgos de un potencial brote y sus efectos en los precios y volúmenes de exportación. En un escenario libre de fiebre aftosa sin vacunación, sin la ocurrencia de un brote, existe potencial de obtener beneficios económicos”.
Finalmente, el estudio aseguró que “la ganadería paraguaya y su industria cárnica tienen condiciones que destacan en la región. Sin embargo, para mejorar su competitividad deben desarrollar e implementar planes nacionales de mejoramiento productivo, fomento a la exportaciones y posicionamiento de marca país”.