Como consecuencia del procesamiento del titular del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de Argentina, Omar Caballo Suárez, debido al entorpecimiento de la navegación de buques, este ordenó a su gremio que “cumplan el trabajo a reglamento”, lo que está provocando la paralización de movimientos de embarcaciones, según Guillermo Ehrecke, del sector armador de nuestro país.
“Con toda seguridad hay embarcaciones paraguayas afectadas; unos 10 convoyes locales seguro están navegando y operando en puertos argentinos ahora”, sostuvo el directivo local, para evidenciar las consecuencias negativas hacia el comercio paraguayo, debido a la medida de fuerza que el polémico líder sindical del vecino país ordenó ejecutar.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral había procesado la semana pasada al titular del sindicato de obreros marítimos, por el delito reiterado en seis ocasiones de entorpecimiento de la navegación de buques.
Suárez es además investigado por extorsión, pues el juez así como el fiscal Gerardo Pollicita creen que forzaba a las empresas marítimas a aportar fondos a una fundación ligada al gremio a cambio de no bloquear la entrada de los buques. Se comprobaron casos, según dice el fallo judicial, de que se puso en riesgo la seguridad de la navegación de un buque de fueloil. Se le imputa haber privado a los buques cargados de combustible del servicio de remolcadores para poder ingresar a puerto.
En consecuencia, el secretario general del SOMU dispuso el viernes pasado que todos los afiliados al gremio “cumplan el trabajo a reglamento”, lo que ya provoca la paralización de movimientos de embarcaciones y remolcadores.
El sindicalista utilizó como mecanismo de protesta al fallo judicial a atenerse a “trabajar a reglamento”, según el Convenio Colectivo de Trabajo. Esto implica retirar las guardias dispuestas, que se prohíba hacer horas extras, lo que se traduce en la virtual paralización de todas las embarcaciones.
De esta manera, el personal del SOMU solo cumpliría funciones de lunes a viernes, de 7.00 a 11.00 y de 13.00 a 17.00; mientras que los sábados es hasta las 13.00, domingos y feriados no hay prestación de marineros, lo que se traduciría esta modalidad en una paro total de actividades en todas sus formas para ingresos o egresos de buques.
Ehrecke lamentó que solamente un cuarto de cada jornada sea aprovechado para la navegación, ya que la tripulación no puede cumplir con su trabajo normalmente. “Es una forma de presionar para que, a causa del chantaje, se acepten las medidas que quieren imponer los líderes sindicales. Se está utilizando un estilo mafioso para reivindicar derechos de los trabajadores”, destacó.
Con esto, a criterio del armador, solo se trabajaría 60 días al año, porque el resto está parado y perjudica también a la economía argentina.
Fuente: http://www.ultimahora.com/