Exportadores de frutas no saben si esos rubros se beneficiarán con las licencias.
Productores locales se muestran expectantes y con mucha cautela ante el anuncio del gobierno argentino sobre la liberación de las trabas para el ingreso de las importaciones.
Fue tras lo mencionado por el nuevo ministro de Producción de Argentina, Francisco Cabrera, quien aseveró que para este fin de año se acaban las DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación).
En otro punto, el referente mencionó que si bien a partir del 1 de enero del 2016 ya no habrá restricciones, se establecerán 18 mil posiciones de licencia automática o liberadas de 19 mil que existen.
Mientras que las restantes 1.000 seguirán siendo no automáticas, con el fin de mantener un comercio administrado para proteger a sectores más sensibles, estimando incluso un Sistema Integrado de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Con relación a la situación, exportadores de frutas como banana y piña se encuentran temerosos aún por no saber si el rubro podría salir beneficiado con las licencias, si permanecerán restringidos o cuáles quedarán liberados, según el vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Banana y Piña, Hugo Franco.
INCONVENIENTE
El posible inconveniente que vaticinan es que si el sector es liberado, el gobierno argentino califique solo a ciertos compradores que vienen a ser como intermediadores y no con los que conviene realizar transacciones, que al final implica un incremento al precio de los productos para el cliente final.
En cuanto a los volúmenes de envíos durante este 2015, dijo que cerca de 1 millón de cajas de bananas fueron enviadas, que corresponderían a unos US$ 6 millones aproximadamente.
Por su parte, el miembro de la Asociación Industrial de Confeccionistas del Paraguay (AICP), Santiago Colombino, coincidió con las ideas aclarando que desconocen las herramientas que utilizará el nuevo gobierno argentino para cumplir con los requerimientos financieros del comercio exterior.
Manifestó que lo concreto por un lado es el levantamiento de la restricción, por otro lado la interrogante es cómo funcionará el ingreso de dólares de los importadores, así como que temen que el sector entre en las licencias no automáticas bajo un sistema de control.
Fuente: La Nación