Por los excesos hídricos, consecuencia del fenómeno “El Niño”, en Santa Fe, Argentina, hay 2,8 millones de hectáreas anegadas. Los perjuicios económicos serán millonarios para el sector agropecuario. “Estimamos que habrá un millón de toneladas menos de soja”, sostuvo Rubén Walter, director del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de esta provincia.
En algunos departamentos había maíz de primera y soja de primera con buenas estimaciones en sus rindes, de los cuales sólo se había recolectado el 18%. Las pérdidas serán importantes”, señaló el especialista.
Los registros de lluvias marcan un record en abril y complican mucho las tareas agropecuarias. La preocupación constante es la crecida de los ríos Paraná y Salado.
La situación de los productores podría empeorar si, como se teme, el clima no mejora en las próximas semanas. Por estos días, las cosechadoras de soja ya debían estar ingresando en los lotes sembrados con ese cultivo. Pero las tareas se demoran por la falta de piso.
El mayor problema es que, debido al exceso de humedad que recibieron las plantas, muchos lotes ya muestran el “brotado” de los porotos de soja. Y en otros donde las cosechadoras si pudieron ingresar, los rendimientos cayeron a la mitad de lo que estaba previsto.
“La situación del campo santafesino es catastrófica. Los caminos y los suelos están imposibles; el agua brota de la tierra. Esto es desesperante para la producción. No hay pasto que aguante por el pisoteo. Esto es un golpe de gracia para los tambos. El barro es el peor enemigo para el tambo”, graficó Hugo Iturraspe, de la Sociedad Rural de Santa Fe.
Los tambos, que ya venían de atravesar una grave crisis por los bajos precios de la leche, han sido afectados básicamente en la cuenca santafesina, la más productiva de América Latina. Las vacas van a enfermarse en sus pezuñas”, subrayó. “Yo no vi nunca una situación similar”, aseguró.
Por su parte, Gustavo Vionnet, presidente de Confederaciones de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), que reúne a todas las sociedades rurales de la provincia, apuntó que “la situación es dificilísima. Los campos recibieron en los últimos diez días entre 250 y 700 milímetros en la mayoría de la provincia. Un verdadero desastre para los productores de leche y muy complicada la cosecha de soja. Hizo un daño enorme y los pronósticos no son buenos”, resaltó.
En toda la provincia hay 1.840 personas evacuadas de las cuales más de 1.400 sufrieron las inundaciones producto de la crecida de los ríos. Hay decenas de localidades aisladas en el interior y rutas cortadas en los departamentos Las Colonias, Castellanos, San Cristóbal, San Justo, Vera, San Javier y General Obligado.
Fuente: La Nacion Argentina