“Estamos más entusiasmados por el compromiso del nuevo ministro en apoyarnos con el sistema de riego. El plan está bien trazado y trabajamos en eso”, mencionó Juan Barboza.

Pidió que el gobierno haga su parte y que se pueda financiar a los pequeños productores, en vista a que ya recurrieron a bancos privados para impulsar el cultivo. Por esta razón firmaron un convenio con el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) con el apoyo y el aval de la cámara.

“Una hectárea de ka’a he’ë convencional produce 2.000 kilos. Lo que nosotros proponemos es media hectárea con fertirriego para producir de 2.000 hasta 3.000 kilos por hectárea”, destacó el presidente de CAPASTE.

En la actualidad, la superficie de cultivo alcanza solo mil quinientas hectáreas a nivel nacional pese a que la demanda del ka’a he’ê en el mercado internacional se fortalece y requiere de mayor cantidad de mano de obra que se dedique a este rubro.

Barboza explicó que si bien se desea llegar a todos los rincones del país la intención es afianzarse en los departamentos donde ya se viene cultivando el mencionado rubro como lo son San Pedro, Concepción, Amambay, Canindeyú, Caazapá, Alto Paraná, Itapúa, Caaguazú.

Las empresas asociadas a la Capaste se comprometen a proveer a los productores involucrados en el Plan las herramientas necesarias para el cultivo de media hectárea, descontando el costo de las mismas mediante la producción en un plazo de 5 años. Aseguran además la comercialización de sus cosechas a un precio que ronda los G. 6.000 a G. 8.000 el kilo, dependiendo de la calidad del producto.