Más de 800.000 hectáreas, con pastizales para la ganadería bovina y ovina, además de cultivos, se quemaron en diciembre pasado en el norte de Río Negro y en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires y La Pampa.
Según el laboratorio de Teledetección del INTA Valle Inferior, el mes pasado se incendiaron 543.000 hectáreas, con unas 13.000 hectáreas en Adolfo Alsina, 179.000 hectáreas en el departamento de Conesa, 273.000 hectáreas en Pichi Mahuida y 77.000 en Patagones. Solo entre el 30 y el 31 de diciembre se perdieron 215.000 hectáreas.
“Existen focos activos y en avance, a lo cual se le suma que las condiciones ambientales han generado la reactivación de algunos focos que se creían controlados. En este sentido, se estima que persisten unos 11 focos activos”, agrega el informe.
Con respecto a las pérdidas, se estima que la pérdida de forraje supera las 400.000 toneladas. “Si se considera sólo el costo de oportunidad del forraje cosechable, esto representa una pérdida superior a los $ 240 millones”, estiman los técnicos.
En Río Negro, el gobierno abrió un registro de campos disponibles para quienes necesiten trasladar sus animales. Además, se abrió otro registro para ofrecer alimento para la hacienda.
En tanto, en La Pampa se registraron más de 30 focos en los últimos días en diversos lugares, como Cuchillo-Có, La Adela, entre otros. Según dijo al diario La Arena el director de Defensa Civil, Luis Clara, en la provincia ya se quemaron más de 300.000 hectáreas.
Fuente: La Nación - Argentina