Productores de la ciudad caazapeña de Fulgencio Yegros están a un paso de quedarse en la calle, víctimas de una descomunal estafa. Son los socios de la Cooperativa Agroindustrial Yegros Limitada que pusieron sus esperanzas, y sus propiedades, en un proyecto industrial que se quedó a mitad de camino. La otra mitad, en los bolsillos de unos estafadores que les entusiasmaron con la instalación de una planta procesadora de azúcar orgánica y alcohol.
Yegros es una antigua comunidad ubicada a 286 kilómetros de Asunción y a 52 al norte de Caazapá sobre la Ruta VIII “Blas Garay” en la que se está trabajando para su pavimentación. La ciudad se fundó en julio de 1888 con pobladores mayoritariamente extranjeros: alemanes, franceses, suizos, cuyas huellas están presentes en todo el distrito. La agricultura y la ganadería son el principal sustento de Yegros. La caña dulce es uno de los rubros importantes, tanto, que había dado lugar al proyecto de industrializarla mediante la gestión y gerenciamiento de la Cooperativa a la que pertenecen los productores.
En cumplimiento de un mandato de la asamblea, luego de los estudios técnicos de rigor, la Cooperativa obtuvo del Fondo de Desarrollo Campesino 1.637.989.552 guaraníes (un mil seiscientos treinta y siete millones novecientos ochenta y nueve mil quinientos cincuenta y dos). Esta suma correspondía al presupuesto presentado por un ciudadano brasileño, Natanael Ferreira Barros, encargado de comprar las maquinarias según el contrato firmado con la Cooperativa el 1 de julio de 2004.
De acuerdo con este documento, “El vendedor (Ferreira Barros) se compromete a proveer los equipamientos para una industria alcoholera con capacidad de molienda de 7 (siete) toneladas de caña hora, sistema llave en mano de los siguientes equipamientos y precios netos…”. Se describe las maquinarias y equipos CIF Ciudad del Este por un total neto de 338.510 dólares. (trescientos treinta y ocho mil quinientos diez). Incluye, entre otros equipos, extracción del mosto, generación de vapor, destilería de alcohol absoluto, estructuras metálicas, depósito de alcohol, tratamiento de efluentes, instalación y montaje, puesta en marcha.
En el cronograma de trabajo se establece el 10 de julio de 2004 como inicio de las obras y el 30 de setiembre del mismo año “Teste y partida de la producción”.
La forma de pago es al contado y se inicia el 1 julio de 2004 y termina el 29 de noviembre del mismo año, fecha en que la Cooperativa termina de abonar al señor Natanael Ferreira Barros la suma de 338.510 dólares.
Fondo de Desarrollo Campesino
El 19 de mayo de 2004, el consejo directivo del Fondo de Desarrollo Campesino resolvió “Ampliar el límite de operaciones concedido a la Cooperativa Agro-Industrial Yegros Ltda., hasta alcanzar la suma de guaraníes G. 2.124.998.475 (dos mil ciento veinte y cuatro millones novecientos noventa y ocho mil cuatrocientos setenta y cinco)”. También aprobó el plan de trabajo de la Cooperativa por un monto de G. 3.265.835.002 para la producción de azúcar orgánica.
La ampliación del “límite de operación” fue el resultado de los estudios realizados por las diferentes áreas del Fondo de Desarrollo Campesino, como la División de Finanzas, División de evaluación de proyectos, División de Planificación y Seguimiento, dictamen de la asesoría jurídica, informes de la Dirección Ejecutiva, que llegaron a la conclusión de que el proyecto “reúne los requisitos de viabilidad técnica, económica y financiera, ajustándose a los criterios de elegibilidad establecidos en el Reglamento de Crédito…”. La tasa de interés se fijó en 20% anual sobre saldo deudor, y 6% anual de interés punitorio sobre el saldo adicional.
Para el desembolso, el Fondo de Desarrollo Campesino exigió una “Garantía real de Hipoteca Abierta” y “Garantía Real de Prenda de las maquinarias a ser adquiridas con el presente crédito”.
Los estudios realizados por los organismos del Fondo de Desarrollo Campesino, y la conclusión de la “viabilidad técnica, económica y financiera del proyecto”, animó a los socios de la cooperativa a poner sus propiedades, muchas con sus viviendas, como garantía hipotecaria para hacer funcionar una fábrica en la que tenían esperanzas para mejorar su vida. Algunos socios no estaban muy entusiasmados en arriesgar sus bienes, pero fueron presionados por los demás compañeros con el argumento de que su negativa haría fracasar el proyecto. Y no querían ser culpables del fracaso. Fue así que 39 socios pusieron sus propiedades como garantía hipotecaria.
El 12 de marzo pasado, aparece un oficial de justicia “a quien fuere entregado el presente mandamiento de embargo preventivo” para intimar a los deudores “a queden y paguen en dicho acto o dentro de tercero día hábil de intimada, la suma de G. 3.559.101.945 (tres mil quinientos cincuenta y nueve millones ciento un mil novecientos cuarenta y cinco) que le reclama por ante este juzgado el Ministerio de Hacienda (…) No verificándose el pago procederá a trabar embargo preventivo sobre bienes suficientes de los deudores, hasta cubrir la suma reclamada y más la de guaraníes 355.910.194 (trescientos cincuenta y cinco millones novecientos diez mil ciento noventa y cuatro). Firma la orden el juez de primera instancia en lo civil y comercial del décimo turno, doctor Juan Ángel Aguirre Bareiro.
En el año 2005 el Fondo de Desarrollo Campesino (FDC) cesó sus operaciones. La Abogacía del Tesoro del Ministerio de Hacienda se hizo cargo de la cartera de créditos. A este respecto, la Cooperativa Multiactiva Yegros Ltda. afirma que la Abogacía del Tesoro les propuso firmar un contrato de homologación, la cual no fue suscripta.
“Situación desesperada”
Se llegó a esta situación cuando Natanael Ferreira Barros, el proveedor de las maquinarias, convenció a los directivos para que la Cooperativa se convirtiera en sociedad anónima con la denominación Industrial Yegros SA. Se firmó con Ferreira un contrato de compraventa, el cual no fue cumplido por el socio Natanael Ferreira Barros.
El 16 de noviembre de 2005, Ferreira Barros informa a la cooperativa que “tres factores fueron determinantes para que no pudiera cumplir con los compromisos asumidos: 1) mi estado de salud; 2) el acero tuvo un incremento de más del 100% en el Brasil, lo cual hizo que los precios variaran entre el 65% y el 100%, y 3) el tipo de cambio de la fecha que fueron cotizados los equipamientos estaba a 3,21, actualmente está a 2,15, esto representa una variación del 33% de pérdida de valor del dólar en relación al real…”.
“Estamos en una situación desesperada”, nos dicen los socios de la Cooperativa que tienen sus propiedades con el riesgo inminente de ser rematadas. “Nos quedaríamos sin nada”.
Con la esperanza de encontrar alguna solución, los cooperativistas acudieron al senador Carlos Núñez y al diputado Olimpio Rojas, quienes “están interesados en nuestro caso y prometieron ayudarnos”.
Fuente: abc