Granar | El mercado de granos está atravesado por una crisis financiera global, con los inversores temiendo un proceso recesivo como daño colateral de la lucha contra la inflación, y por una crisis bélica en la zona del Mar Negro, que a diario escribe nuevas y preocupantes páginas.

En ese contexto, y con valores que en general se ubican en niveles históricamente elevados, la semana de Chicago dejó bajas para la soja, alzas para el trigo y estabilidad para los precios del maíz.

El balance semanal fue negativo para el valor de la soja en Chicago, donde las posiciones noviembre y enero perdieron un 1,57 y un 1,61%, al pasar de 532,23 a 523,87 y de 534,71 a 526,08 dólares por tonelada. A lo largo del segmento comercial las pérdidas contaron con el estímulo del avance de la cosecha estadounidense; de una fuerte caída del valor del petróleo; del tiempo húmedo en zonas agrícolas de Brasil, que favorecerá la siembra de soja 2022/2023 que recién se está iniciando, pero que tienen la meta de aportar 150 millones de toneladas; de la calma que sigue mostrando la demanda china; de las abundantes ventas en la Argentina, que comienzan a traducirse en exportaciones más ágiles desde el complejo sojero, y de la firmeza del dólar –en el caso particular de la soja importa la relación con el real–, que afecta la competitividad de las exportaciones estadounidenses.

Además, el mercado se vio afectado por ventas desde el sector especulador luego de que el miércoles –cerca del cierre de la rueda– la Reserva Federal de los Estados Unidos volvió a subir la tasa de interés en 75 puntos básicos, en su intento por contener el mayor brote inflacionario en 40 años. “La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, los precios más altos de los alimentos y la energía, y las presiones de precios más amplias”, dijo el comité de la FED en un comunicado tras el aumento de la tasa. Esto, además de volver atractivas otras herramientas de inversión alternativas a las materias primas, genera incertidumbre entre los operadores por la posibilidad de generar recesión en la economía estadounidense.

En cuanto a la cosecha y los cultivos, el lunes el USDA relevó el progreso de la recolección sobre el 3% del área, frente al 5% de igual momento de 2021, al 5% promedio y al 5% previsto por los operadores. Además, redujo del 56 al 55% la proporción de soja en estado bueno/excelente, que quedó por debajo del 58% de 2021.

Otro factor negativo para los precios de la soja fue un mal reporte sobre las exportaciones estadounidenses. En efecto, en su reporte para el segmento del 9 al 15 de septiembre, el USDA relevó el jueves ventas de soja por 446.400 toneladas, por debajo de las 843.000 toneladas del reporte precedente y del rango esperado por los privados, de entre 500.000 y 1.000.000 de toneladas.

En su actualización semanal, la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales (ANEC) de Brasil estimó entre 3,70 y 4,15 millones de toneladas las exportaciones de soja durante septiembre, frente al rango anterior, de 3,92 a 4,47 millones. Cabe recordar que en agosto se exportaron 5,05 millones de toneladas y en septiembre del año pasado, 4,70 millones. En cuanto a la exportación de harina de soja, que apunta a ser récord histórico en 2022, la ANEC elevó su cálculo para las ventas de septiembre de 2,12 a 2,23 millones de toneladas, contra los 1,69 millones de agosto y los 1,46 millones de septiembre de 2021.

Casi sin variante para sus precios cerró la semana del maíz en Chicago, donde las posiciones diciembre y marzo mostraron quitas del 0,08 y del 0,18%, al variar de 266,62 a 266,42 y de 268,88 a 268,39 dólares por tonelada. En la puja de factores que delinearon este balance con estabilidad se ubicaron el progreso de la cosecha estadounidense, que tuvo un avance algo menor de lo previsto durante la semana anterior, pero que ahora cuenta con mejores condiciones ambientales para su desarrollo acelerado; la caída del petróleo, que afecta al etanol; la firmeza del dólar, que horada la competitividad de las exportaciones estadounidenses; las pérdidas en la producción de la Unión Europea, y las tensiones en la zona del Mar Negro (sobre lo que ampliamos en el espacio del trigo), que vuelven a tornar incierto el destino del comercio desde la región.

En cuanto a la cosecha y los cultivos, el lunes el USDA relevó el avance de la cosecha de maíz sobre el 7% del área apta, contra el 5% de la semana pasada, el 9% de igual fecha de 2021, el 8% promedio de las últimas cuatro campañas y el 10% previsto por los privados. Además, el organismo redujo del 53 al 52% la proporción de plantas en estado bueno/excelente, contra el 59% de igual momento de 2021. Los pronósticos extendidos de 6 a 14 días auguran lluvias por debajo de las marcas normales sobre buena parte de las zonas productoras estadounidenses, lo que debería favorecer un rápido avance de la cosecha de granos gruesos.

Al igual que en el caso de la soja, fue negativo para la formación de los precios el trabajo semanal del USDA sobre las exportaciones estadounidenses, donde relevó el jueves ventas de maíz por 182.300 toneladas, por debajo de las 583.000 toneladas del informe anterior y afuera del rango previsto por los operadores, de entre 400.000 y 850.000 toneladas.

También fue poco alentador el miércoles el informe semanal de la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos, donde redujo de 963.000 a 910.000 barriles, la producción diaria de etanol, el volumen más bajo desde el reporte del 27 de agosto de 2021. También ajustó las existencias del biocombustible, de 22.843.000 a 22.501.000 barriles, pero ese volumen se mantuvo arriba de los 20.111.000 barriles de igual fecha de 2021.

Desde Brasil, en su actualización semanal la ANEC estimó las exportaciones de maíz durante septiembre en 7.618.120 toneladas. Aunque advirtió estar considerando la posibilidad de cargas más corta, de entre 6 y 7,62 millones de toneladas, esto, contra el rango de 6 y 7,88 millones de la semana pasada. En agosto se relevaron exportaciones de maíz por 6,90 millones de toneladas y en septiembre de 2021 se embarcaron 2,55 millones.

Con la cosecha de la Unión Europea en marcha, el viernes FranceAgriMer relevó el avance de la recolección de maíz francés sobre el 26% del área apta, frente al 14% de la semana anterior y al 1% de igual momento de 2021. La proporción de cultivos en estado bueno/muy bueno fue sostenida en el 43%, lejos del 89% vigente un año atrás. Recientemente, el Ministerio de Agricultura de Francia señaló que la cosecha del cereal en el principal país productor de granos del bloque europeo caería a su nivel más bajo desde 1990.