×

Paraguay, tierra admirada y prometedora

  • Compartir

Paraguay, tierra admirada y prometedora

Foto: Eugenia Villalba

Por Guillermo Crampet | Valor Agro

¡Qué país! Paraguay cerró una edición más de la mayor muestra agropecuaria nacional y la primera del circuito regional. Una exposición con inscripciones históricas, con pistas que compiten en las grandes ligas, con hijos de Campeones del Mundo, con ventas récords y compras del exterior, y con la madurez necesaria para discutir temas estructurales del negocio ganadero que pretenden seguir posicionado a Paraguay como lo que es: un productor de alimentos para todos los continentes, y la hace años llamada, nueva frontera agropecuaria.

everdem

Por momentos con vientos de cola y otros de frente, sus protagonistas son conscientes del valor de sus tierras y el rol que han tenido en el pasado, en el presente y, más aún, en el futuro. Y a pesar de las turbulencias, Paraguay viaja a una velocidad constante y sin movimientos drásticos que asusten a las inversiones. Todo lo contrario, empresarios del Mercosur y de otras regiones miran al país como oportunidad de inversión y desarrollo. Paraguay sabe abrir sus puertas y te invita a disfrutar de condiciones políticas, económicas y productivas muy atractivas.

Iniciando el segundo semestre el campo respira producción, después de estar tres años acorralados por la sequía y el fuego. El 2023 está presentando condiciones climáticas ideales, y actualmente en pleno invierno hay pasto, agua y no llegaron las heladas. El país se prepara para cortar varios años consecutivos de caída del stock, el productor está reteniendo vientres, comprando terneros y pronto para servir vacas, si bien serían menos que años anteriores, pero con el objetivo de tener un salto significativo en los porcentajes de marcación.

La demanda mundial de carne está creciendo, aunque los precios tengan oscilaciones y busquen equilibrios post pandemia; y Paraguay viene rompiendo sus propios récords de faena, producción y exportación de carne. En 2023 hay proyecciones que esos números caigan, pero no por falta de necesidad internacional, sino por una menor disponibilidad de hacienda para procesar en las industrias. La falta de terneros se manifestó entre mayo y junio, y la escasez de gordo se refleja en plena zafra con precios que están por encima a los de Brasil y muy cerca a los de Uruguay y Argentina. Si bien no se esperan precios escandalosos como los del primer semestre del año pasado, el productor tiene expectativas de enfrentar una segunda mitad del 2023 con precios más estables y por encima de la línea de flotación para los confinamientos, que además hoy se encuentran con un maíz devaluado. Esa situación también la interpreta la industria, que ya planifica su post zafra y prevé asegurarse los vacunos.

A nivel de mercados, Chile sigue siendo el tractor que empuja, ya sin Rusia y con dificultades de colocación en Israel. Se espera por el pronto ingreso de Canadá entre septiembre y octubre, y la anhelada apertura de Estados Unidos. La competencia no será fácil, dado que hay proveedores dominantes como Brasil, sin embargo la expectativa de una recuperación económica y de consumo de China podría favorecer a Paraguay para tener más espacios en esos destinos.

Mientras tanto, Paraguay avanza en herramientas que buscan agregar valor al producto y serán claves para impulsar ingresos a nuevos mercados: está en camino la tipificación, si bien quedan aspectos internos que deben ponerse de acuerdo los productores para que empiecen las certificaciones; la identificación individual tiene media sanción en el Poder Legislativo y el Senacsa ya puso en su presupuesto la inversión para la compra de caravanas para el 2024; y la creación del instituto de la carne gana cada vez más fuerza entre productores, un empuje que podría comenzar, inicialmente, entre el gremio madre y las incorporadas.

Aunque algunos objetivos no se cumplieron, como las 20 millones de cabezas bovinas en 2020, Paraguay tiene mucho espacio de crecimiento en la producción de alimentos cumpliendo fácilmente con las exigencias de los mercados, como las viejas y nuevas barreras paraarancelarias: las sanitarias y las medioambientales. Al mismo tiempo, la agricultura está entrando con fuerza en el Chaco y exige a la ganadería a aumentar su eficiencia, donde el negocio está sufriendo una positiva transformación de producción extensiva a intensiva. Los pioneros en ese proceso están marcando índices productivos interesantes, incluso en épocas de falta de lluvias, y eso lentamente se empieza a trasladar a toda la producción con expectativas de que vengan años de mejores números para una recuperación del stock.

Se cierran los portones de la rural, pero siguen abiertas las porteras del campo para seguir trabajando, produciendo alimentos, y aportando mucho valor a la economía. En la región productora de alimentos, Paraguay tiene espacios más que nadie para seguir creciendo en volumen y calidad, un desafío que se conoce y que en esta última exposición, a días de que asuma un nuevo gobierno, quedó demostrado el interés y el ánimo renovado del complejo cárnico para seguir avanzando en el futuro de la ganadería.