En un año marcado por coyunturas que generaron volatilidades dentro de los distintos mercados, y principalmente en los commodities; la agricultura se proyecta con resultados alentadores para el 2023, ya que la campaña 2022/23 de soja transcurre positivamente en comparación a la zafra anterior. El economista jefe del Banco Central del Paraguay (BCP), Miguel Mora, profundizó en las perspectivas de crecimiento económico que tiene la banca matriz, la importancia de las inversiones extranjeras y en el comportamiento del dólar frente a la moneda nacional.
¿Qué balance hace del 2022 y cómo proyecta el año entrante?
El 2022 fue un año con mucha incertidumbre debido al contexto internacional, el cual repercutió en una inflación que generó aumentos de precios muy importantes, que si bien fue beneficioso para esta parte de la región por la producción de commodities agrícolas, el golpe económico se vio más principalmente en el incremento de costo en general, principalmente en los alimentos y el combustible que tienen bastante impacto tanto en los hogares como en la producción de los bienes y servicios de cada uno de los países. En el caso puntual de Paraguay, hay que agregar que la sequía afectó fuertemente al sector primario, principalmente a la agricultura. Desde el BCP, al empezar el 2022 estimamos una recuperación de la economía en torno a un 3,7%, pero esa sequía que se presentó en el último mes del 2021 y que siguió hasta el primer trimestre de este año, nos obligó a una corrección de ese crecimiento a tan solo del 0,2%, y efectivamente este año la agricultura presentó un decrecimiento del 13% en donde nuestro principal cultivo de exportación, la soja, cayó alrededor de 50%. Pero afortunadamente, se notó una recuperación del sector agrícola en los últimos meses del año que cerró y eso tiene un efecto derrame sobre otros sectores económicos, entre ellos la industria manufacturera, la producción de alimentos, el aceite, entre otros. Por eso, las perspectivas para el 2023 son buenas y nos hace prever que el crecimiento de la agricultura estaría ubicado en un 30% aproximadamente.
Teniendo en cuenta los aumentos en las tasas de interés de los bancos centrales de los diferentes países con el objetivo de frenar la inflación, ¿se prevé para 2023 cierto control en ese aspecto a fin de regular las economías de algunos mercados a los cuales exporta Paraguay?
Aparentemente hay una inflación que se está reduciendo, no obstante, estamos alcanzando niveles de tasa de interés de aproximadamente 4,50 y 4,75% que representan niveles muy altos a los cuales estuvimos acostumbrados durante mucho tiempo. Si bien estas elevaciones de tasas de interés afectan a otras actividades económicas, en el caso de Paraguay, el crecimiento vendría por el lado de una recuperación de niveles de producción de la soja y básicamente esa recuperación de del 4,5% que prevemos para la economía paraguaya el siguiente año esta bastante explicado por lo que es la agricultura y el agrobusiness.
Granos de soja.
Desde el Banco Central, ¿se espera dentro de este crecimiento económico proyectado, que se puedan dar inversiones extranjeras a raíz de cambios políticos en los países de la región?
Estamos viendo en la actualidad muchos planes de inversiones directas en diversos sectores del país, caso concreto es la planta Paracel, la cual está en proceso de convertirse en una industria de clase mundial productora de celulosa de eucalipto con plantaciones forestales y que ronda con una inversión de unos US$ 3.000 millones con estimación de exportaciones que alcancen unos US$ 1.500 millones anuales. Hay también planes de inversiones para nuevas plantas en la industria cementera y otra que será frigorífica, por lo que se está viendo mucho interés de extranjeros que visualizaron a Paraguay como un país importante para invertir, especialmente por su estabilidad macroeconómica. Nuestra expectativa es terminar el 2023 en un nivel de inflación en torno a un 4,1%, hoy estamos en 8,3%, por lo tanto esperamos una convergencia hacia nuestra meta. Esas cualidades están haciendo que Paraguay sea atractivo para recibir nuevas inversiones, se habla de una entrada de inversión al país aproximadamente de US$ 2.200 millones y una salida en valores similares, quedando en el país en términos neto unos US$ 200 millones anuales de inversión extranjera.
¿Qué proyecta respecto al comportamiento del dólar frente a la moneda nacional para el 2023?
Lo que vimos recientemente es que con la inflación estabilizada de Estados Unidos, el dólar ha perdido un poco de valor, lo que nosotros esperamos para el 2023 es que siempre y cuando concretemos estas expectativas de producción de soja, haya una entrada de dólares en torno a los US$ 2.000 o 2.500 millones para el primer semestre que ayudará a reducir esas presiones que estamos viendo en esta época del año. El año 2022 cerró con un déficit en torno a los US$ 1.300 millones de dólares en nuestra balanza comercial, entendemos que estos factores externos relacionados a las tasa de interés internacional explican lo que estamos viendo hoy en el comportamiento del dólar, sin embargo, la devaluación del dólar frente a la moneda nacional es mucho menor en comparación a lo que están sintiendo los otros países de la región.
