En una zona como el Chaco donde la ganadería tiene mucho protagonismo, las precipitaciones que se dieron no fueron las esperadas y se mantienen las dificultades productivas al darse lluvias de manera desigual· en distintos sectores. El propietario de Altohondo, José Costa, analizó el panorama en el campo tras el impacto del clima  y las estrategias que están impulsando los productores ante la situación

Entrevistado en Valor Agregado en Radio Asunción, dijo también que estos niveles de agua no solucionan los problemas, sino que son paliativas hasta la entrada de la primavera, en el que, si no se tienen las precipitaciones puntuales fuertes, se complica el panorama en el campo.

Ante eso indicó que en el bajo Chaco no se han descargado áreas por un problema de agua, ya que la oferta de forraje estaba más o menos cubierta. “En el Chaco Central no he escuchado que ya se haya comenzado a descargar hacienda, pero sí se están adelantando las ventas de las vacas vacías, y de los terneros de cabecera están empezando a salir. La oferta no es menor, sino bastante importante en estos momentos de vacas y terneros”, contó.

Comparada la situación del campo con años anteriores, precisó que en el Chaco Central fue similar a lo que se tuvo en el 2020, en el que la pluviometría recibida durante el 2023 fue bastante similar, pero lo del Bajo Chaco es bastante más fuerte que en los últimos 25 años. Señaló que llevaron registro de lluvias y, si se remiten a las pluviometrías recibidas en los tres últimos años, fueron los tres peores años consecutivos que han tenido en los últimos 50 años.

En lo que respecta a la situación del mercado, en especial la reposición del ganado de invernada, expresó que lamentablemente el negocio es dependiente del clima. Si se debe realizar un análisis, es que “si llueve bien, se llenan los tajamares y se tiene esa tranquilidad, creo que los productores podrán retener a sus vacas y poder comercializar sus terneros. Si se retienen las vacas, los frigoríficos tendrán que pagar por los animales y el que tendrá que reponer los terneros tendrá que pagar más también”, acotó Costa.

Añadió que esta cuestión es una cadena en la que el foco principal es el clima y que podría no solucionarse tomando tal o cual decisión sin lluvia. Sobre las expectativas en el corto y mediano plazo, desde el punto de vista del mercado con la actualidad climática del país, consideró que se debería pensar en descargar los campos o comenzar a vender para retener la reposición si se desea estar en el negocio.

“El negocio ganadero cada día se está poniendo más difícil, siendo más duro desde la parte de los números. Lo que trabajamos sobre esta parte nos damos cuenta de que esto no ha cambiado, especialmente en los precios, desde hace prácticamente cuatro años”, precisó.

Consultado si tras este escenario están comenzando a mirar otros rubros como la agricultura, comentó que estaban preparando 500 hectáreas para plantar soja este año en el Chaco Central, pero lamentablemente en enero fue bastante complicado, ya venían con poco perfil de humedad en diciembre y tampoco plantarían entrando en febrero, que fue el mes en que se empezó a tener un buen perfil de humedad.

“Afortunadamente no lo hicimos porque los calores que tuvimos en marzo fueron increíblemente fuertes y si la planta hubiese emergido, habría muerto también, porque 50 y pico de grados de temperatura no aguantan ningún cultivo que esté emergiendo”, expresó.

Y agregó: “Este año se tuvo la suerte de mirar adelante con los pronósticos y no realizar el trabajo de agricultura que se quería. No obstante, creo que la agricultura asociada a la ganadería en el Chaco Central funciona perfectamente”.