El director Ejecutivo de Negocios de Biogénesis Bagó, Sebastián Perretta, en entrevista con Valor Agro, habló sobre los desafíos de la ganadería regional en la producción de alimentos de carne bovina para crecer, aplicando tecnologías y distintas herramientas disponibles para mejorar la eficiencia en la producción.
En ese aspecto, manifestó que “hay muchísimo espacio” para crecer, tras conversar con productores y gremiales ganaderas, tienen una perspectiva interesante, siendo una compañía con presencia en más de 60 países. Específicamente, en lo que respecta a la carne bovina, indicó que la oportunidad “es enorme” porque los principales exportadores del mundo ya están al tope, y es difícil que Australia o Nueva Zelanda puedan exportar más de lo que ya exportan.
Para Perretta, en el Mercosur existe un espacio gigantesco, porque en términos de productividad, los índices están bastante lejos del potencial en términos de preñez, parición y destete. Dijo que, de la mano de la biotecnología, los productos, la prevención con vacunas, los protocolos de inseminación artificial a tiempo fijo y los servicios técnicos que acompañan a los productores, los países del Mercosur pueden aumentar su producción en poco tiempo y tener saldos exportables para sostener los mercados de consumo interno, así como ofrecer y satisfacer la demanda asiática que Australia y Nueva Zelanda no pueden cumplir.
Señaló que es “espectacular” lo que está haciendo Uruguay al llegar a importantes mercados como China, Corea y Japón. También destacó a Argentina, que hoy tiene 92 destinos de exportación de carne bovina abiertos. No obstante, aún existen desafíos tributarios que a veces hacen perder competitividad, aunque se sabe que la calidad está presente, la carne está siendo demandada y hace falta aumentar la oferta para ponerse a nivel competitivo.
“No es difícil en el mundo que alguien pueda satisfacer esa demanda creciente. La oportunidad mayormente la tienen Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, que puede ser otro gran país potencialmente exportador de proteínas animales”, acotó Perretta.
Según el Director Ejecutivo, están para acompañar al sector, siendo un actor clave en la cadena. “Nos encanta trabajar y asesorar para acortar estas brechas, acompañando siempre al sector”, afirmó.
En cuanto a cuándo puede aumentar la competitividad como productor y país exportador de carne, al apostar por la eficiencia a nivel de los campos, precisó que siempre repiten que la ganadería es un negocio de largo plazo. Incluso en los peores contextos climáticos, económicos y políticos, siempre conviene ser más eficiente, ya que la eficiencia marca la diferencia.
“La eficiencia hay que buscarla de la mano de la tecnología. Está excelente trabajar en manejo, nutrición y bienestar animal, pero las herramientas biotecnológicas que hoy están disponibles deben aprovecharse. Con un buen asesoramiento, se pueden conseguir mejores rendimientos; la ganadería tiene que ser un negocio”, dijo Perretta.
Y agregó: “Vemos en algunas partes del mundo donde la ganadería de subsistencia no es negocio. Invertir es mucho más complejo aún, y hay muchas enfermedades que no se logran controlar. Aquí tenemos unos estatus sanitarios que son ejemplares a nivel mundial, no solo en ganadería bovina, sino también en porcicultura y avicultura. En Sudamérica, tenemos una situación sanitaria única en el mundo. Para aprovecharla, nos falta ganar más productividad para que sea un mejor negocio para toda la cadena”.
Además, se refirió a las oportunidades del Mercosur en ese crecimiento como proveedor de alimentos, superando las barreras medioambientales impuestas por la Unión Europea. Al respecto, indicó que existen “muchas barreras que han podido derribar” en términos medioambientales y de sustentabilidad.
“Esta región del mundo, por el tipo de explotación ganadera que tiene, es diferencial respecto a Europa y Norteamérica por la captura de carbono que hacen las pasturas. Esto está muy estudiado. Sabemos que tenemos un sistema de producción más amigable con el medio ambiente, y podemos ofrecerlo en un mundo que ya empieza a demandar estas cosas. Con lo cual, no solo vamos a agregar calidad a las proteínas animales, sino que también vamos a agregar este tema amigable con el medio ambiente que muy pocas regiones del mundo pueden ofrecer. Así que sobre eso también tenemos que hacer muy buen marketing todos los actores de la cadena”, apuntó.
Por otro lado, se refirió a la actualidad de la empresa. Manifestó que en 2019 se trazó un nuevo plan estratégico para la compañía, que tenía que ver con diversificar aún más. En aquel entonces “éramos una compañía muy sudamericana, muy de ganadería de carne y de leche”. Ahora han puesto más inversión, sin desenfocar del principal negocio que siempre han tenido: la ganadería, para enfocarse en el sudeste asiático, donde están fuertes con los cerdos. Mientras tanto, en el Medio Oriente, se enfocan en la lechería y los pequeños rumiantes.
Además, desarrollan su actividad comercial por primera vez en Europa, al comprar un portafolio reproductivo de una empresa española. Desde 2021, comenzaron a incursionar en animales de compañía en el mercado que más crece dentro de lo que es salud animal. Primero con una distribución de productos veterinarios, principalmente vacunas de un laboratorio francés, y luego con la adquisición de un laboratorio de animales de compañía en Argentina.
Hace dos semanas, inauguraron una planta de producción de vacunas mayormente para animales de compañía en Brasil, con lo cual prontamente tendrán su propia vacuna y algunos otros productos biotecnológicos. La empresa ha tenido una diversificación geográfica muy importante y están presentes en más de 60 países, con estructura y filiales propias en 12 países de todos los continentes.
“Así que la diversificación ha alcanzado no solo las especies, sino también la geografía y la manufactura. Al final del día, buscamos ser una compañía internacional. El origen ha estado aquí, pero hoy tenemos presencia en prácticamente todo el mundo”, resumió Perretta.