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“Al menos un año debemos aguantar la desaceleración mundial, el fortalecimiento del dólar y la menor demanda de las exportaciones”

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“Al menos un año debemos aguantar la desaceleración mundial, el fortalecimiento del dólar y la menor demanda de las exportaciones”

El presidente del directorio de Banco Basa y expresidente del Banco Central, Carlos Fernández Valdovinos, comentó a Valor Agro que el control de la inflación por medio de la suba de las tasas de interés de políticas monetarias es un fenómeno mundial que está impactando en el encarecimiento del dólar en economías fuertes y emergentes, y podría derivar en una recesión económica global con recuperación en el segundo semestre del 2023, lo que afectaría durante un año la demanda y los precios de las exportaciones paraguayas.

Hace un tiempo que venimos hablando de dificultades económicas e incertidumbre en los principales destinos de las exportaciones de productos agropecuarios de Paraguay, ¿cómo analiza el momento de la economía mundial?

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Primero, hay que resaltar el hecho de que la economía paraguaya, siendo pequeña y muy abierta, siempre debe estar pendiente de lo que ocurra a nivel regional y mundial. Nos vemos afectados por todo lo que suceda en los países vecinos o en las economías de los países más avanzados. Por lo tanto, siempre es importante poder hacer el seguimiento más correcto posible. Dicho esto, debemos comprender que estamos saliendo de la pandemia, y con muchos países que en el año 2021 tuvieron un desempeño muy bueno. Pero la economía global no está exenta de nuevos choques, y si tengo que resaltar algo que preocupa a nivel mundial, y principalmente a los bancos centrales, es la inflación.

Y esa preocupación cómo impacta en Paraguay…

Como es un fenómeno global, la mayor parte de los bancos centrales del mundo están empezando a reaccionar ajustando las tasas de interés de política monetaria, y eso tiene efecto en una desaceleración de la producción que podría significar una recesión mundial, un temor que están teniendo los economistas, ya que es la primera vez en la historia que existe un ajuste coordinado de todos los bancos centrales en el ajuste de tasas, y no de forma más individual como sucedía antes. Las probabilidades de una recesión mundial se está elevando a causa de estas medidas que son necesarias para controlar la inflación, pero que tienen efectos colaterales como la desaceleración, en un primer momento; y si el ajuste es muy fuerte lleva a una recesión global. Ese hecho va a provocar, en el caso de la carne, que los mercados a donde Paraguay exporta empiecen a disminuir la demanda y para poder vender vas a tener que reducir tu precio, de tal manera que a la misma oferta y menor demanda puedas encontrar un equilibrio comercial con los destinos.

Considerando eso, recientemente entrevistamos al Secretario General de la Sociedad Nacional de Agricultura de Chile (SNA), país que es el mayor comprador de carne vacuna de Paraguay, y mencionó, en base a proyecciones de especialistas chilenos, la posibilidad de una recesión técnica en la economía y menor consumo de carne rojas, agregando que el país se encuentra con falta de liquidez, una inflación histórica y con una pérdida de valor de su moneda. ¿Un reflejó de lo que usted recién describió?

Asimismo. Esa realidad en Chile es copiar y pegar en Brasil, y copiar y pegar en otro país del mundo. Y ojo que Chile es uno de los países donde el Banco Central ha sido más agresivo en términos de subir tasas de interés de política monetaria, lo que hace subir todas las tasas de interés del mercado y lleva a una probable desaceleración y/o recesión de la economía. Justamente Chile era el ejemplo que quería mencionar para mostrar cómo la suba de tasas va a impactar. Sin embargo, estamos hablando de un fenómeno mundial y hay efectos que son directos como el caso de Chile, pero al mismo tiempo tenés un efecto de segunda ronda que vienen de otros países como la desaceleración o recesión económica de China, Estados Unidos o la Unión Europea, y eso otra vez afecta a la economía de Chile. Por ende, Chile está con efectos económicos por políticas monetarias internas y efectos exógenos como los que suceden en el mundo. Eso afecta doble y en una misma dirección: que es a una recesión a la economía chilena, y por tanto va a afectar la demanda de carne paraguaya.

Siguiendo con las exportaciones de carne nacional, ¿cómo juega el fortalecimiento del dólar frente a la mayoría de las monedas domésticas, tanto de economías fuertes como emergentes?

Un efecto de la suba de tasas de interés es la recesión, y el otro es que la suba de tasas empezó primero en Estados Unidos y eso llevó a un encarecimiento de la moneda, en este caso el dólar americano con relación al resto de las monedas. Ese aumento del dólar se va a dar en el corto plazo, y las exportaciones van a ser más baratas, pero como también hay una devaluación en Chile, siguiendo con el ejemplo, ahí lo que importa es saber cómo queda el guaraní respecto al peso chileno. De todos modos, un encarecimiento global del dólar, hará que los productos importados sean más caros, y es un segundo efecto negativo en la demanda chilena de carne vacuna de Paraguay.

“Las probabilidades de una recesión mundial (…) va a provocar, en el caso de la carne, que los mercados a donde Paraguay exporta empiecen a disminuir la demanda y para poder vender vas a tener que reducir tu precio”.

Eso porque el importador que vende la carne paraguaya en pesos chilenos y deberá comprar en dólares, se encuentra con un valor de la tonelada, por más de que se mantenga en referencias similares, a un precio más caro en pesos chilenos y obliga a la baja…

Así es. El mercado doméstico se queda bastante caro y hay que ver cómo afecta eso en la demanda también. Primero va a ser la recesión o menor demanda, pero también el producto de importación será más caro en pesos chilenos, lo que vuelve a bajar otra vez la demanda

En qué momento empezamos a ver lo más profundo de la recesión: ¿ya comenzó, lo estamos viviendo o va a suceder en los próximos meses?

Entiendo que la parte más baja se va a dar en el segundo semestre del año 2022, semestre en el que estamos ahora. Pasa que los datos económicos llegan con retrasos y seguramente allá por diciembre o enero vamos a empezar a ver cómo cayó totalmente la demanda en el segundo semestre del año en curso. Y en la medida que vayan saliendo los números de los primeros tres meses del 2023, vamos a empezar a ver un cambio en la tendencia.

Si bien es un hecho histórico por que es un ajuste de tasas global, ¿cuánto tiempo podría durar la recesión?

Se tiene la ventaja que fue Estados Unidos quién empezó a ajustar las tasas de interés y ya son varias reuniones consecutivas con ajuste de tasas del Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal. Estuvimos intercambiando con especialistas que llegaron de Estados Unidos y hablan de que probablemente sigan subiendo la tasa hasta enero del año que viene, a partir de ahí habría cierta estabilidad, y en el segundo semestre del año 2023 empezarían a bajar las tasas porque la inflación ya estaría controlada. Tenemos por lo menos un año que vamos a tener que empezar a aguantar los eventos de desaceleración mundial, depreciación de la moneda y menor demanda de las exportaciones. Va durar tanto como dure el control de la inflación, es un dolor en el corto plazo pero va a ser muy bueno a la larga. El hecho que la Reserva Federal haya empezado a ajustar muy rápido las tasas es una ventaja, ya que atacaron rápidamente la enfermedad que es la inflación y de acá a un año creo que vamos a empezar a ver mejores condiciones a nivel global con efectos positivos en las ventas paraguayas.

Entonces debemos ajustarnos el cinturón y estar preparados para pasar por una zona de turbulencias…

Así es, al menos en el mercado externo. Es ahí donde empezaría a mirar con más cariño el mercado doméstico, ya que el desempeño económico de un determinado país depende de factores exógenos y domésticos, y a nivel local se espera que Paraguay vaya mejorando sustancialmente la potencialidad de los cultivos de verano que van a permitir una recuperación interna en comparación con el año agrícola pasado. Se espera que el 2023 sea muy bueno con base en la producción agrícola, y a partir de ahí vamos a tener mayor capacidad adquisitiva que podría ser una oportunidad para paliar en parte lo que pasa a nivel mundial.

De todos modos, Paraguay, por sus características, es un país productor de alimentos que depende mucho de la exportación, a diferencia de Brasil y Argentina que tienen un mercado local fuerte. ¿Si bien no sería un equilibrio total, al menos el desempeño de la economía local podría ayudar a amortiguar un posible golpe?

Coincido. Va a ser imposible que compense completamente, de hecho que el mercado de la carne paraguaya es el externo, por más de que se consuma mucha carne localmente. Me refiero para compensar por lo menos parcialmente, porque lo peor sería una combinación de choques negativos por el contexto mundial y local. Acá tenemos un choque doméstico positivo que de alguna manera va a paliar lo externo.

“Hay capacidad pero no es lo correcto”, dijo Fernádez Valdovinos sobre posible intervención del Banco Central para controlar el encarecimiento del dólar americano. Foto archivo LN.

¿Qué se espera en cuanto al comportamiento del dólar en Paraguay?

Lamentablemente no hay forma de predecir exactamente lo que va a pasar con el dólar. Ahora, lo que debería suceder con el ajuste de tasas de Estados Unidos es que el dólar se fortalezca, no solamente versus al guaraní sino que contra todas las monedas. Y ya se ve en relación a las economías más avanzadas, donde cayó el uno a uno respecto al Euro y está con niveles históricamente bajos frente a la libra británica. Entonces, si esas monedas no pueden aguantar, evidentemente las monedas de países emergentes como Paraguay tampoco van a poder y vemos la presión al alza. Creo que va a seguir por un tiempo esa tendencia, pero es importante aclarar que va a depender mucho de cuál es la posición del Banco Central, porque durante el primer semestre del año planchó el tipo de cambio buscando manejar la tasa de inflación.

¿El Banco Central tiene capacidad para contener esos movimientos que generaron cambios importantes en comparación con las monedas de las economías más fuertes?

Hay capacidad, pero la segunda pregunta es: ¿es correcto? Hay capacidad pero no es lo correcto. Cuando hay una tendencia a nivel global, debemos explicar a la gente que no es una cuestión de que Paraguay está mal, sino que el dólar está fuerte en todo el mundo y tenés que dejar que el tipo de cambio también se vaya. Porque si no, por ejemplo, se fomenta un mayor contrabando de países que tienen monedas locales más débiles, como es el caso de Argentina. Entonces, hay que tener un balance entre mantener el tipo de cambio para que la gente no se asuste, pero tampoco perder competitividad que a mediano plazo sería nefasto para la industria nacional, así mismo para la carne y sumamos otro motivo más.

¿Qué se proyecta en relación a la inflación?

Vemos una cierta tendencia a la baja. La pregunta ya no es si la inflación va a bajar, sino cuán rápido va a bajar. Y eso también va a depender de lo que haga el Banco Central. Creo que todavía hay margen para que siga ajustando las tasas de interés de política monetaria, pero lastimosamente eso va a encarecer el crédito para todo el mundo. Sin embargo, es lo que hay que hacer y veremos si para finales del 2023 converge al 4% que estábamos acostumbrados.