Productores de hoja de yerba mate (hojeros) solicitan un precio mínimo de G. 2.200 por kilo del producto, puesto en finca. En ese sentido, para darle más fuerza a su reclamo, resolvieron, en una reunión organizada por la Asociación de productores del Nordeste de Itapúa, iniciar una campaña con miras a la próxima cosecha, que comenzará entre los meses de abril y mayo próximos.

“Nos adelantamos en organizarnos y movilizarnos para que no ocurra lo de siempre, que llega la cosecha y entramos en negociaciones de nunca acabar, y terminamos aceptando el precio que nos imponen los industriales”, alegó Francisco López, presidente de la organización, que nuclea a unos 6.000 pequeños productores de distritos como San Rafael de Paraná, Carlos Antonio López, Mayor Otaño, Edelira, Capitán Meza y Yatytay.

De la reunión, el último fin de semana, participó la intendenta municipal de San Rafael, Gladis Rivarola (PLRA), quien llevó el apoyo institucional al reclamo de los agricultores, que acordaron pedir una audiencia con el ministro de Agricultura, Juan C. Baruja, y al mismo tiempo conformar un equipo de trabajo que tendrá por objetivo organizar una eventual movilización a nivel nacional si no logran la atención a sus reclamos.

Según López, para que el productor primario gane algo, el precio debe estar en los 2.200 guaraníes por kilo para la hoja verde, en finca. Hoy reciben solo G. 1.400, con lo cual no salvan ni siquiera el costo de la producción, que implica el cuidado de los cultivos, limpieza, carpida, pulverizaciones y tarefa (cosecha), donde se emplea mucha mano de obra.

López explicó que el precio que piden está fundado en cálculos respecto del costo de producción y el rendimiento. El costo de producción es de G. 8 millones por hectárea, y el rendimiento de entre 7.000 y 8.000 kilos por Ha., por lo que para que sea rentable al productor primario, el precio no debe ser inferior a G. 2.000 por kilo.

Esquema perverso

Por otro lado, los productores denunciaron que existe un esquema perverso que les afecta a los productores primarios directamente, y que consiste en el ingreso masivo de palillos de yerba de contrabando, principalmente desde el Brasil. En este esquema hay complicidad de propietarios de secaderos de yerba (primer eslabón en la industrialización), aduaneros y el propio Ministerio de Agricultura, porque no toman las medidas preventivas necesarias.

Con el ingreso masivo de palillo, material de desecho en Brasil y de muy bajo costo, se crea una falsa sobreoferta de hoja de yerba, y esto hace que baje el precio.

López exigió un plan nacional de la yerba mate que contemple la problemática del sector en forma integral, incluido el aspecto crediticio. Actualmente está en el Parlamento un plan de la yerba mate, pero este proyecto fue elaborado exclusivamente por el sector industrial. “Nosotros no tuvimos participación”, señaló.

Prematuro

Por su parte, el presidente del Centro Yerbatero Paraguayo (CYP), Eduardo Oswald, dijo que aún es prematuro hablar de precios de la hoja, cuando la cosecha es recién en mayo. No obstante, adelantó que el pedido de G. 2.200 puesto en finca es muy alto. El año pasado se pagó G. 2.000 por kilo puesto en planta industrial, refirió.

“Tenemos pendiente una reunión con los hojeros para discutir el tema precio, pero es prematuro fijar una cotización”, dijo. El precio se fija de acuerdo a la oferta del producto, y se tiene en cuenta también el contexto regional. Si aquí es muy alto comparado con Argentina, por ejemplo, esto alienta mucho el contrabando, que afecta a todos, admitió.

Fuente: ABC