La ratificación del Acuerdo Comercial UE-Mercosur le dará a la Unión Europea (UE) mayor influencia sobre la política ambiental de los países sudamericanos, compensando así los impactos ambientales negativos del acuerdo.

Una de las principales preocupaciones de las organizaciones agrícolas ha sido que el aumento de la cuota arancelaria (TRQ) para la carne vacuna del bloque del Mercosur de 99.000 toneladas provocaría un aumento en la deforestación, particularmente en Brasil, por el propósito de aumentar las tierras agrícolas allí.

Sin embargo, la evaluación restó importancia a estas preocupaciones, argumentando que cualquier aumento de la producción de carne bovina en Brasil que surja del acuerdo sería insignificante en comparación con la producción total de carne de vacuno del país, informó Eurocarne.

También argumentó que ratificar el acuerdo, en lugar de negarse a hacerlo, sería de mayor beneficio ambiental general en un contexto global, ya que permitiría a la UE ejercer presión sobre los países del Mercosur para lograr «cambios de política deseables» sobre el medioambiente y el clima.