Muy preocupante es la situación de los agricultores que producen hortalizas nacionales y deben enfrentarse al contrabando de esos alimentos. Así lo afirmó el dirigente de la Central de Productores de Alto Paraná, Teodoro Galeano, y puso especial énfasis en la crisis del rubro del tomate.
Galeano informó que los vendedores de tomate están ofreciendo a G. 3.000 y G. 4.000 el kilo debido a la sobreoferta en el mercado. La buena calidad y el bajo precio redujo la importación del producto, pero igualmente ingresa de contrabando.
“De nada sirve el apoyo del Gobierno, con créditos e infraestructura para que se produzcan verduras y frutas nacionales de calidad, si es que no se va a ejercer un control eficiente para evitar el contrabando de Brasil y Argentina. Tomate, locote, lechuga, de todo se trae de contrabando”, lamentó.
Según lo explicado, en algunos lugares como en Juan E. O’Leary, productores están vendiendo el 50% de la cosecha, y el otro 50% se descompone. Ante esta situación, los precios cayeron a G. 2.000 el kilo y el de menor calidad, G. 1.000.
Como si fuera poco el precio irrisorio, la producción nacional se enfrenta con la extranjera, principalmente brasileña. Frente al puesto de Galeano (ubicado en la feria que se desarrolla todos los miércoles y jueves frente a la Terminal de Ómnibus), se ofrece el producto foráneo a G. 2.000 el kilo.
Algunos vendedores comentaron que anteriormente la caja de tomate brasileño se encontraba a G. 45.000, mientras la del nacional, G. 20.000, pero esta diferencia obligó a bajar el precio de la importación, que algunos comerciantes prefieren porque, según alegan, “dura más”.
El administrador de la Aduana del Puente de la Amistad, Alberto Estigarribia, dijo por su parte que en los últimos días no incautaron ningún vehículo con tomate de contrabando. Acotó que actualmente traer el tomate brasileño no sería rentable, por los bajos precios del producto paraguayo. En cuanto a la importación, dijo que está prohibida sin el previo control y autorización fitosanitarios.
Fuente: ABC
