El gobierno de Turquía anunció que las importaciones de animales vivos sufrirían una reducción significativa en 2020 y 2021, hasta alcanzar mínimos en el 2022, de acuerdo a un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

La publicación, que fue difundida por Blasina & Asociados, indica que al término del 2020 el país euroasiático compraría unas 350 mil cabezas, una caída del 46% en comparación al 2019, cuando ingresaron más de 689 mil reses bovinas.

Para el 2022, el Ministerio de Agricultura turco proyectó que los ganaderos contarían con hacienda de cría del mercado interno, que suplantará la importada; por tanto las compras se reducirían al mínimo que se considere necesario. En ese sentido, el USDA reportó que se permitirían las compras de animales si el Gobierno considera que se necesita una raza específica para mejorar los rasgos genéticos.

Al mismo tiempo, según publicó la consultora, las autoridades de Turquía indicaron que la producción de ganado y carne de ese país será autosuficiente para la población como resultado de subsidios gubernamentales dados a los productores ganaderos.

Sin embargo, los productores turcos consideran que el stock ganadero y la producción de carne no son suficientes para la población, incluyendo unos 50 millones de turistas al año, debido a una baja producción de alimentos y altos precios de los insumos.

Brasil y Uruguay son los principales exportadores de ganado en pie a Turquía, en junio de 2020 el gobierno turco emitió nuevos permisos para la importación de animales vivos, donde estimó comprar unas 200 mil cabezas de los países de Sudamérica y 100 mil del viejo continente.