Por José María Rodríguez –  asesor meteorológico. 

Aunque la fase fría del fenómeno de El Niño, conocida como La Niña, está en una fase de debilitamiento; los modelos meteorológicos previstos para el trimestre de marzo, abril y mayo, correspondiente al periodo estacional del otoño, indican que podría tener consecuencias más directas sobre el territorio paraguayo.

¿Cuáles serán las consecuencias? Posiblemente se pueda observar una leve disminución de las precipitaciones sobre la mitad sur de Paraguay, sin embargo no se debería consolidar una sequía, ya que gradualmente en dichos meses se espera una normal disminución de las temperaturas y de la evapotranspiración al haber menos horas e intensidad solar.

En cuanto a lluvias, durante marzo marcaron un comportamiento de normalidad, es decir, se enmarcan dentro de lo esperado por la climatología para el tercer mes del año. Para el mes de abril, una vez avance el otoño, se podrían esperar promedios por debajo de lo normal en tres cuartas partes del país, siendo la región sur de Paraguay la que tendría el mayor déficit de lluvias. Mientras que en mayo se emularía la tendencia de abril, con niveles de agua por debajo de la media.

Con respecto a las temperaturas, para marzo las previsiones marcaron niveles normales dentro de la climatología esperada en todo el territorio, salvo en el entorno del área metropolitana donde se pueden registrar temperaturas levemente por debajo de la media.

Durante abril las temperaturas serían levemente por debajo de los promedios normales en la zona centro y sur del territorio, mientras que en mayo serían normales en gran parte de Paraguay, salvo en la zona norte de Boquerón y la mayoría de Alto Paraguay, donde podrían estar levemente por encima de la climatología.

Entrevista publicada en la edición de marzo de la Revista ARP (oficial de la Asociación Rural del Paraguay).