Gigantes de comercio electrónico chino como Alibaba, JD o DHGate buscarán de forma creciente proveedores de alimentos españoles como aceite de oliva, vino, carnes o conservas para suministrar la emergente demanda del país asiático.
Las plataformas chinas de comercio electrónico representan una oportunidad de internacionalización para la empresa española, según destaca el socio fundador de China Capital, profesor universitario de Economía -Instituto de Estudios Bursátiles-, analista financiero y agricultor de una explotación familiar de olivos y viña en Camuñas (Toledo), Javier Santacruz.
Recuerda que Alibaba -que recientemente ha mantenido contactos con la patronal agroalimentaria FIAB para conocer la oferta de las empresas españolas- es la plataforma online más conocida y, recientemente, llegaba a un acuerdo con Correos para poder mejorar su logística y entregar más rápidamente los pedidos, con el objetivo de competir con otros grandes del sector, como la americana Amazon.
JD.COM Y DHGATE.COM
Otras dos plataformas que toman posiciones son JD.com -baraja tener una sede en nuestro país- y DHgate.com -que acaba de establecerse en Madrid y de inaugurar página en español- de acuerdo con Santacruz, quien puntualiza que buscan activamente proveedores españoles en el segmento de los alimentos y las bebidas.
El experto valora las oportunidades que plantean estas plataformas para las empresas interesadas en expandir sus ventas en China, sin necesidad de que se establezcan físicamente en el país, ni incurran en grandes costes financieros que quizás no puedan asumir.
Destaca, asimismo, que los chinos “suelen trabajar al 50 %” en todos los acuerdos a los que llegan con sus proveedores, lo que se traduce en buenos márgenes de beneficio para los productores. El aceite virgen extra -ejemplifica-, se vende a alto precio en las ciudades chinas, como un producto de lujo “sólo” al alcance de consumidores de clase alta, entre 90 y 100 millones, de los más de 1.300 millones de habitantes totales.
Preguntado sobre los aciertos y errores que han cometido hasta ahora las empresas agroalimentarias españoles para introducir sus productos en China, Santacruz apunta que, en el pasado, hubo sonados fracasos por “las barreras” que han encontrado allí, sobre todo la gran extensión del país, con millones de consumidores que no siguen una única tendencia, ni tienen gustos similares.
Vino o aceite
Entre los avances, señala que en los últimos años muchas firmas han optado por exportar vino o aceite a granel para que sean los primeros compradores chinos quienes los transformen y los adapten a la demanda y preferencias de sus habitantes.
También precisa que la Administración en España cada vez pone menos trabas burocráticas a los inversores, pero todavía está muy lejos de países como Portugal, que facilitan mucho más esta labor. “España es un mercado muy fragmentado, que no da la bienvenida a los inversores extranjeros, y eso tenemos que intentar arreglarlo en los próximos años”, sostiene el experto, quien cita, entre las operaciones fallidas, que la china Fosun decidiera recientemente revertir la compra del 20 % de Osborne e “irse” a Portugal.
Sobre futuras compras de inversores chinos -las recientes han sido las de la bodega Marqués del Atrio por Changyu Pioneer o la distribuidora Miquel Alimentació por Brigh Foods- el economista afirma que hay pocas, pero que las operaciones irán a más.
“Los grupos medianos chinos se internacionalizan a pasos agigantados desde el año pasado”, con unas inversiones en el exterior de 150.000 millones de dólares cada ejercicio, por lo que “el objetivo sería atraer una parte de ellas hacia España”, asegura
Fuente: Agromeat