A pocos meses de aplicarse el Reglamento 1115 de la Unión Europea, que establece requisitos para los países exportadores, la discusión sobre el tema continúa entre todos los sectores productivos de Paraguay y naciones de la región.
En este contexto, Hugo Sánchez, director ejecutivo de la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible, expresó que cada mercado tiene derecho a establecer sus propias condiciones. Señaló que no se trata de estar en desacuerdo con lo solicitado por la Unión Europea, sino que es una exigencia de un mercado, y Paraguay debe tener la capacidad de responder a todos los destinos.
“Para ilustrar de forma sencilla: si algunos mercados piden que las vacas sean blancas o negras, nosotros podemos producir vacas blancas o negras; debemos adaptarnos a lo que nos solicita el mercado”, destacó Sánchez.
Agregó que, en este caso, “se exigen temas más complicados, principalmente ambientales, que a veces no se consideran factores productivos, sino como proteccionismo, pero eso es independiente”.
Señaló que Paraguay tiene la capacidad de responder rápidamente a las demandas del mercado, siempre y cuando el precio lo justifique, ya que no tiene sentido cumplir con una exigencia si no hay una compensación económica adecuada.
“Si el mercado paga por eso, el productor hasta puede pintar las vacas de azul. Pero si no van a pagar por ello, debe haber una compensación en el precio para que podamos adaptar nuestra producción a las condiciones exigidas por cada mercado”, afirmó Sánchez.
Por otro lado, desde la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible están fortaleciendo los trabajos para promover una ganadería sostenible en el país. Sánchez resaltó que, aunque el tema es de gran importancia, probablemente no se esté comprendiendo en su verdadera dimensión. Por ello, la Mesa está llevando a cabo una campaña de comunicación para explicar qué es la producción sostenible, qué implica y cuáles son sus
Explicó que la producción sostenible no implica más trabajo o cambios drásticos, sino ajustes en los sistemas productivos, haciendo las cosas de manera diferente, prestando atención a ciertos detalles y agregando valor a lo que ya se hace.
Apuntó que la producción tradicional de Paraguay, basada en vacas y terneros en el campo, puede adaptarse con pequeños ajustes para ser considerada sostenible, y esa es la diferencia que quieren dar a conocer
“Queremos que entiendan que no se trata de hacer cosas extraordinarias o de realizar grandes inversiones. Más bien, se trata de organizar mejor las actividades, con algún respaldo documental. No es un trabajo pesado, y el primer beneficio para el productor será un aumento en la productividad y rentabilidad Además, estará cumpliendo con una responsabilidad social empresarial, lo que también tiene un valor”, añadió.
Sánchez también mencionó que el reconocimiento del productor en su entorno, por cuidar el medio ambiente y ser socialmente responsable, le otorga un valor adicional, junto con el éxito en la producción de carne.